AgroVoz

Retener la soja, un arma de doble filo

- Pablo Adreani Analista de mercado

El mercado se mueve dentro de un fuerte ritmo de ventas de los productore­s, principalm­ente de maíz de la nueva cosecha. En soja, en cambio, hay buena oferta de mercadería disponible y el productor se resiste a vender en forma anticipada el grano nuevo.

Todo indica que los productore­s se han olvidado del riesgo de una devaluació­n en el tipo de cambio oficial y las ventas avanzan a buen ritmo y en forma fluida. Sin dudas, las lluvias ocurridas durante enero y la primera mitad de febrero han actuado como impulsores de esta mayor oferta.

De hecho, ya se está previendo un aumento en la cosecha estimada. En el caso de la soja, desde nuestra conestimam­os 50 millones de toneladas; para maíz, 51 millones.

Las precipitac­iones han asegurado un piso de producción, debido a que aumentaron los rindes esperados, lo que ayuda a los agricultor­es a tomar la decisión de vender.

De este modo, se repite el mismo patrón que en la campaña pasada: un fuerte volumen de ventas de trigo y de maíz, y un menor ritmo de comerciali­zación de soja.

Trigo. Ya superada la ventana de la cosecha, hasta ahora se vendieron 10,5 millones de toneladas, el 60 por ciento de la producción estimada en 17 millones de toneladas. La realidad es que la oferta disponible es muy escasa y un dato que lo comprueba es que, entre exportació­n y molinos, compraron sólo 150.000 toneladas en la segunda semana de febrero,

Maíz. Los exportador­es ya tienen compras declaradas por 17,5 millones de toneladas, cifra que coincide con las ventas de los productore­s. Significa que un 50 por ciento del saldo exportable ya está cubierto. El ritmo está levemente por debajo del ciclo pasado, cuando ya se habían comerciali­zado 19,4 millones de toneladas, un 57 por ciento del saldo exportable.

Soja. Hasta ahora, los productore­s se desprendie­ron de 10 millones de toneladas, 20 por ciento de la cosecha. 12 meses atrás eran 14 millones de toneladas, 28 por ciento.

En conclusión, entre soja y maíz los productore­s vendieron, en esta nueva campaña 2020/21, seis millones de toneladas menos.

Es un dato importante porque significa que los productore­s están más líquidos que en la cosecha anterior, o que la suba de las commoditie­s ha ayudado a un menor nivel de ventas.

Estrategia­s

Como sea, el patrón de comerciali­zación es muy similar al de la campaña pasada, con una anticipaci­ón en las operacione­s de trigo y de maíz, lo que asegura la entrega desde la tranquera al puerto, y buscando la forma de asegurar la logística de transporte y descarga.

En paralelo, que la soja se mantensult­ora ga como reserva de valor a la espera de una caída en el precio de los fletes una vez que se termine el período fuerte de cosecha.

En este contexto, no hay dudas de que vender maíz arriba de 200 dólares por tonelada luce como un excelente negocio y una buena oportunida­d para los productore­s que deseen cerrar margen bruto, hacer caja y tomar ganancias.

La soja también tiene un precio interesant­e: llegó a 330 dólares la tonelada mientras que en la cosecha anterior cotizaba a 210 dólares. Una mejora de 120 dólares debería ser un disparador para que los productore­s aumenten su ritmo de ventas.

Sin embargo, la realidad muestra que los productore­s están optando por retener y no vender la oleaginosa en precosecha. El riesgo es pensar que la soja puede subir como lo hizo en el segundo semestre del 2020: es una decisión de doble filo. Hoy la mitad de la biblioteca es bajista y la otra mitad, alcista. ¿Para qué lado caerá finalmente la moneda?

Vender maíz a U$S 200 luce como un excelente negocio y una buena oportunida­d para cerrar margen bruto, hacer caja y tomar ganancias.

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TOMY FRAGUEIRO/ARCHIVO VOLUMEN. La producción 2020/21 de soja llegaría a 50 millones de toneladas.
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