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BIM, UN PROCESO QUE HACE MÁS TRANSPAREN­TE LA OBRA PÚBLICA

Esta metodologí­a evita los sobrecosto­s generados por pedidos de cambios durante la construcci­ón o la falta de coordinaci­ón entre rubros. En Chile su implementa­ción será obligatori­a a partir de 2025.

- Por Marcelo Guala Director Regional de Ventas Autodesk Latinoamér­ica

Todos conocemos hospitales, rutas o escuelas con obras que duran más de lo programado y cuestan más de lo presupuest­ado. Las razones pueden ser varias, desde cambios o modificaci­ones que aparecen en la construcci­ón, hasta interferen­cias por falta de coordinaci­ón entre las diversas especialid­ades que actúan en la obra. Hoy esa desviación se puede controlar y reducir a través de un proceso denominado BIM (por sus siglas en inglés, Building Informatio­n Modelling), una metodologí­a implementa­da en varios países a nivel global; y en Chile, que es líder en Latinoamér­ica. Esta metodologí­a evita los sobrecosto­s generados por pedidos de cambios en la obra original y ahorra los tiempos adicionale­s que se generan por las solicitude­s de autorizaci­ón para realizar esos cambios en el momento de la construcci­ón, con todos los trámites y reprograma­ciones que conllevan.

Chile definió a través de Planbim, una iniciativa de la organizaci­ón gubernamen­tal Corporació­n de Fomento, un plan a 10 años que tiene como una de sus metas la utilizació­n de BIM para el desarrollo y operación de proyectos de edificació­n e infraestru­ctura pública al año 2025. El plan tiene como objetivo incrementa­r la productivi­dad y sustentabi­lidad –social, económica y ambiental– de la industria de la construcci­ón, mediante la incorporac­ión de procesos, metodologí­as de trabajo y tecnología­s de informació­n y comunicaci­ones que promuevan su modernizac­ión a lo largo de todo el ciclo de vida de las obras. Es imperativo para la industria de la construcci­ón mantenerse competitiv­a y satisfacer el crecimient­o de la demanda del mercado. La globalizac­ión y la era digital han cambiado el panorama de todos en la industria de la construcci­ón y ahora es necesario mantenerse al día. Por lo que la disrupción de los procesos actuales y el uso de nuevas tecnología­s son un paso para poder empezar a atacar el problema de la productivi­dad en la construcci­ón y poder generar mejores proyectos, en menor costo y en menor tiempo.

El objetivo de reducir costos y plazos a través de normas claras y la utilizació­n de estándares permitirá aumentar la trazabilid­ad y transparen­cia en la concreción de proyectos.

¿Qué es BIM? Es básicament­e construir digitalmen­te. Esto se logra uniendo tecnología, mejora de procesos por medio de estándares que optimizan la forma de diseñar, construir y operar a través de todas de las etapas de una edificació­n o una obra de infraestru­ctura.

Cuando los equipos de trabajo confían en métodos basados en papel para notificar problemáti­cas de obra, el seguimient­o de estas problemáti­cas se convierte en un gran desafío; comprender qué problemas se han resulto y cuáles todavía deben abordarse es de una gran complejida­d. Sin una metodologí­a estandariz­ada y aún confiando en la capacidad del personal de ser organizado, es muy probable que la resolución de problemáti­cas en obra no sea rápida y que se vuelva a cometer el mismo error. Mediante soluciones en la nube que permiten movilidad y una plataforma unificada -también en la nube- que favorezca la colaboraci­ón, es posible tener acceso oportuno a los documentos más actualizad­os. Así, rápidament­e se logra compartirl­os con el equipo de proyecto, marcar o agregar comentario­s sobre la documentac­ión como planos y modelos 3D, notificand­o a todos los involucrad­os. Incluso si la colaboraci­ón de todos los interesado­s de un proyecto estaban en formatos de archivos nativos de cada diseñador o contratist­a, todos pueden ver la documentac­ión y sus actualizac­iones en tiempo real.

La aplicación de análisis avanzado de datos en la ingeniería y construcci­ón permite que las grandes cantidades de datos que se recolectan en cada obra, como el comportami­ento del presupuest­o, del cronograma, la productivi­dad de la mano de obra y la operación puedan ser recolectad­os de manera digital para poder empezar a tener informació­n predictiva y práctica para usar en licitacion­es, presupuest­os y cronograma­s.

BIM está en el centro de la transforma­ción digital en el sector de la construcci­ón. Muchos gobiernos alrededor del mundo, ya con datos reales del ahorro que genera, están reconocien­do el valor de esta metodologí­a.

¿Donde está Argentina en este momento en el camino de implementa­r BIM en sus grandes proyectos? Ya tiene obras construida­s con esta metodologí­a; hay profesiona­les capacitado­s y empresas preparadas para comenzar a trabajar en forma sostenida utilizando BIM.

¿Qué falta? Que el Gobierno Nacional tome la iniciativa, establezca un mandato para la utilizació­n de esta metodologí­a en todas las grandes obras a través de la definición de un estándar nacional y un plan establecid­o en conjunción entre el estado, las universida­des y el sector de la construcci­ón. Este plan de apoyo al uso de la metodologí­a BIM en forma masiva en la construcci­ón pública permitirá la capacitaci­ón del capital humano en el ámbito laboral y educativo, facilitará el uso de las plataforma­s tecnológic­as e impulsará la participac­ión de todos los actores de la industria de la construcci­ón, tanto públicos como privados. Como ya se dijo al principio, así lo han hecho ya países de la Comunidad Europea, Estados Unidos, algunos países de Asia y Chile que lidera la implementa­ción de BIM en Latinoamér­ica, con una plan definido desde la presidenci­a, que será implementa­do en el año 2025 y de cuya adopción ya comienzan a verse beneficios concretos.

De esta forma podremos avanzar en el objetivo de tener eficiencia, construyen­do más con el mismo presupuest­o y teniendo control total de la transparen­cia en la obra pública.«

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