El nuevo Newell’s va dando algunas señales de identidad

Las conclusiones pueden ser apresuradas por un torneo que está amaneciendo, pero en el caso de Newell´s están a la vista. La primera radiografía es nítida: un equipo urgido por encontrar rápido una identidad, con mucho por corregir, pero que a su vez cuenta con algunas virtudes a las que aferrarse. Ayer, mostró tres. Una colectiva, un prolijo trabajo táctico sin la pelota; y dos individuales, los repertorios del portugués Luis Leal (un 9 sabio) y de Joaquín Torres, un pibe que pinta para crack. Ganó, se repuso de la derrota ante Huracán pero, sobre todo, dio indicios de por dónde puede aparecer el equipo.

Se sabe que Newell´s hizo borrón y cuenta nueva en este semestre. Cambió de entrenador y de nombres. El nuevo proyecto carece, por el momento, de jerarquía sin Scocco, Maxi Rodríguez y Formica, los futbolistas que empujaban el carro. Con Diego Osella, se generaba poco y convertía mucho. Ahora eso ya no pasa. Lo más difícil está en el área rival. Ayer, parecía que iba a agudizarse ese déficit. Dominio, control de pelota, pero nula agresividad. Hasta que Leal, un centrodelantero que conoce bien el paño, recibió el primer pase filtrado y no perdonó. Cabeza levantada, remate cruzado y primer gol para un trotamundo de las áreas. Su pasaporte tiene sellos de Arabia Saudíta, Emiratos Árabe, Turquía, Chipre, Paraguay y México.

Olimpo, también renovado pero urgido por el promedio, soportó hasta que apareció ese gol de Leal. Antes había tenido alguna oportunidad aislada, pero se nota que las caras nuevas todavía deben conocerse. Tampoco pudo hacer mucho cuando estuvo en desventaja, justo en ese lapso final en el que Newell’s había ganado confianza con la ventaja lograda.

La persiana la cerró el juvenil Torres (20 años). Zurdo, habilidoso, veloz, desfachatado y muy movedizo. Newell´s se activa cada vez que el pibe, desde la derecha (Llop lo prefiere allí, con el perfil cambiado “a lo Messi) toca la pelota. Ayer, también fue goleador. Metió un zurdazo que se clavó en el techo del arco.

Newell´s ganó y se demostró que, de potenciar virtudes, el panorama puede ser menos oscuro de lo que parece.