Clarín - Rural

Insólito: ¡la vaca que los parió!

Una vaca tuvo trillizos dos veces en menos de un año, aunque tras el segundo parto un ternero murió.

- Lucas Villamil lvillamil@clarin.com

El 15 de septiembre de 2011, en un campo del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, una vaquillona Polled Hereford dió a luz a tres terneros, una hembra y dos machos. Era su primer servicio y el progenitor había sido un toro Aberdeen Angus que no tenía antecedent­es de ese tipo. Se calcula que el nacimiento de trillizos en bovinos se da una vez cada 100.000 partos.

El caso despertó el interés de mucha gente, pero la principal hipótesis era que se había tratado de una casualidad. Hasta que este año, pocos días antes de que los trillizos cumplieran su primer aniversari­o, la vaca volvió a parir por triplicado.

“Ahora es difícil que sea casualidad. Ya se puede empezar a pensar que es un tema genético y que podría ser hereditari­o”, comenta en diálogo con Clarín Rural Alvaro Sabugo, propietari­o, junto a su hermano Raúl, de la empresa San Nicolás, que hace el ciclo completo ganadero en campos de la localidad de Algarrobo, 80 kilómetros al sur de Bahía Blanca.

Se trata de una zona semiárida, muy difícil para la producción, y que en los últimos años fue muy castigada por el déficit hídrico. Allí, los Sabugo implantan pasto llorón porque las pasturas de más calidad no funcionan.

La vaca fértil recibió el mismo trato que el resto del lote y al momento del primer servicio y de la gestación estaba en muy buena condición corporal. El servicio -en ambos casos- fue natural, sin inseminaci­ón artificial. Los terneros nacieron en el campo y la primera tanda ya pesa actualment­e alre- dedor de 270 kilos. “Obviamente que no tuvieron el mismo peso que un ternero que se cría solo con la madre. Pesarían 150 kilos cada uno al momento del destete”, dice el productor.

En el segundo servicio, el toro era un Polled Hereford. La vaca aún no se había terminado de recuperar de la crianza de los tres terneros y su condición corporal no era la ideal, pero aun así se sirvió muy rápidament­e y terminó dando a luz a otra tanda de trillizos. La sorpresa fue grande. Otra vez, dos machos y una hembra. Pero uno de los machos no sobrevivió.

“Parió cinco días antes de que se cumpliera el año de la anterior parición. No esperábamo­s que lo hiciera tan rápido porque por su condición corporal al servicio debería haber demorado un poco más en servirse”, explica Sabugo. Por eso, el parto agarró despreveni­dos a los productore­s, que recién un día después encontraro­n en el campo a uno de los terneros recién nacidos. Al parecer, el alumbramie­nto había sido de noche y el ternero no había seguido a la vaca y a sus hermanos. “El ter-

 ??  ?? Familia unida. La vaca y sus cinco hijos, hace pocos días en su campo de Algarrobo, a 80 kilómetros de Bahía.
Familia unida. La vaca y sus cinco hijos, hace pocos días en su campo de Algarrobo, a 80 kilómetros de Bahía.

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