¿Un rastrojo sin paja fina?
El “recuperador de pajas finas” o “recuperador de granza” es un novedoso accesorio para la cosechadora, que fue desarrollado en el año 2007 por la pyme francesa Thiérart. Este implemento, que en apariencia se asemeja a un simple baúl detrás de la trilladora, es en realidad una compleja tolva que almacena únicamente los residuos finos de las plantas cosechadas, los separa de los granos cosechados y descarta los restos gruesos que vuelven al suelo.
En esto radica el interés del productor argentino, pues el recuperador de granza es compatible con la siembra directa. Además, evita dispersar semillas indeseadas en el campo, como las de malezas. Se trata, en este sentido, de una solución mecánica al problema de malezas resistentes a algunos herbicidas.
La granza recuperada se puede usar como forraje o también cama en granjas avícolas y hasta combustible para calentar el hogar.
Este desarrollo, que ganó varios premios en Francia como innovación agro-industrial, ¿podría ser útil para los productores pampeanos? Las consultas hechas dejan en claro dos consideraciones generales: los que mostraron más interés en adoptar dicho accesorio serían los agricultores dueños de sus campos y de su maquinaria, y que además hacen ganadería o tienen una granja avícola; en cambio, los contratistas no piensan de la misma manera.
Damián Caballero, concesionario de John Deere en la localidad santafesina de Chabás, manifestó que “podrían estar interesados en el recuperador de granza los productores agrícola-ganaderos de la zona núcleo, aunque cumpliría una función interesante en el Norte, donde hay problemas de malezas resistentes”.
Otros contratistas santafesinos, Antonio y Diego Carloni, dueños de siete cosechadoras, dudan sobre la posibilidad de levantar los residuos en lugar de dejarlos como cobertura. “Hacerlo sería en detrimento de los suelos, pues el rastrojo es un fertilizante”, dijeron. Comparte la misma reflexión el productor y contratista Claudio Castelli, de Casilda: “A mí no me interesaría el recuperador de granza, porque yo trato justamente de esparcir el rastrojo en forma pareja. Esto es decisivo en el norte por las altas temperaturas ambientales. Trabajar en siembra directa allí no es una opción, sino una obligación”, asevera.
“En cuanto a innovación tecnológica, me acuerdo de haber preguntado a un contratista qué rentabilidad obtenía del pilotaje por GPS cuando esta innovación recién se conocía. Ninguna, me contestó. Pero ahora elijo mis clientes”, reflexiona Ricardo Garbers, de la Federación de Contratistas de Maquinaria Agrícola.
El recuperador de granza no llegará pronto al mercado argentino. Pero la dificultad de importar maquinaria no es un obstáculo insuperable: podría hacerse un convenio entre un constructor argentino y el dueño de la patente. Los beneficios serían mutuos.