La clave: dar en el blanco
En época de barbechos químicos, seleccionar el pico correcto de pulverización hace al éxito de la aplicación.
En este momento del año, los barbechos químicos y las reaplicaciones de productos están a la orden del día. Pero no solo es importante el producto, sino también cómo se lo aplica. Por eso, las boquillas son elementos fundamentales, influyendo en la uniformidad de la distribución y el tamaño de gotas.
Con la elección de la boquilla correcta se determinará el éxito de la labor de aplicación, al momento de controlar malezas, plagas y enfermedades.
En un trabajo realizado por la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), la entidad brinda una detallada información sobre los tipos de picos de pulverización y la importacia de elegirlos adecuadamente.
Al momento de seleccionar una boquilla, dice el trabajo, es importante tener en cuenta ciertos objetivos. El primero de ellos debe ser dar en el blanco de aplicación. Para ello, la elección de la boquilla variará de acuerdo a si la aplicación debe realizarse al suelo o sobre un cultivo.
También, especifica el informe de la entidad, que el tamaño de gota deseado es fundamental. Al aplicar la presión correcta se podrá regular los tamaños de gotas a fin de lograr aquel que coloque el producto donde se requiera.
Por su parte, hay que considerar la dosis correcta. En este punto, destaca el trabajo, influye la cantidad de producto que se utilice, cómo se haga la mezcla, la altura del botalón así como el solapamiento que haya entre las boquillas y entre pasadas determinará, o no, que la homogeneidad de la aplicación sea la correcta.
Habiendo considerado todos estos aspectos, el trabajo se refiere a los distintos a los distintos tipos de pastillas.
En el caso de las boquillas de “abanico plano”, sostiene el informe, el líquido expedido tiene forma de abanico con una concentración de gotas hacia el centro en relación a los extremos. Así, estos picos son normalmente utilizados para la aplicación de herbicidas preemergentes.
Por su parte, las boquillas “de cono o turbulencia” generan gotas más finas, lo que permite lograr una buena cobertura del cultivo; permitiendo que las gotas penetren aún por el envés de las hojas. En este caso, agrega el trabajo, éstas son mayormente utilizadas en aplicaciones de insecticidas y fungicidas.
En las “de espejo” se producen gotas de mayor tamaño utilizando presiones menores a las anteriores que las pastillas de cono.
Por último, en el caso de las pastillas descentradas o de impacto, éstas pulverizan el líquido y lo proyectan hacia un lado. La imagen de pulverización que se muestra en este caso es irregular. Las gotas suelen ser poco uniformes, predominando las gruesas, dispersándose en un ángulo bastante grande.
A modo de conclusión, el trabajo de Casafe destaca la importancia de contar con la recomendación técnica de un profesional para alcanzar con el objetivo. Asimismo, hay que recordar que las boquillas se desgastan con el uso, afectando la formación y distribución de gotas; por lo cual comprobar su estado y reemplazarlas frecuentemente es indispensable.