Se duplica la espera en los hospitales bonaerenses
Esta semana habrá una nueva medida de fuerza de 48 horas. El gremio pide que el Gobierno abra la negociación salarial. Clarín habló con pacientes que sufren en medio del reclamo.
La ministra de Salud admite una “crisis” en recursos humanos.
Está apurada. Avanza nerviosa por uno de los pasillos del Hospital Eva Perón del partido bonaerense de San Martín. Esquiva dos, tres, varios de los perros callejeros que deambulan y que se amontonan en la sala de espera de Pedriatría. Dobla en otro pasillo: las paredes están rajadas, hay manchones de humedad y hay mugre de varias semanas en el piso y telas de araña en las puertas. Hay desidia a corto y a largo plazo. “Necesito que me tomen la presión”, pide. Se lla- ma Susana, tiene 41 años, es abril y le dijeron que vuelva en septiembre para conseguir turno con un neurólogo que pueda tratar su epilepsia: antes no hay. Así que se asusta, siente que se descompone: “Necesito por favor que me tomen la presión”, repite. Marcela, que vive en Villa Ballester y también se atiende en ese hospital, tiene quistes en un ovario. Su ginecóloga frenó las hemorragias a la vez que le dijo que la operación debía hacerse lo más rápido posible. “En marzo saqué turno para que un cardiólogo me hiciera los estudios prequirúrgicos: me dieron para abril y hubo paro, así que ahora me tienen que dar otro turno y con suerte será para mayo, pero como mínimo voy a tener que esperar el doble”, se lamenta. La falta de profesionales de la salud que denuncian los gremios y que desde el Estado atribuyen a “un problema de distribución” y los paros, que, con los dos de esta semana, sumarán veinte en lo que va del año, repercuten en la demora para atenderse en los hospitales bonaerenses. Cuando la demora surge de un paro, el turno suele pasar de un mes al próximo. Pero si es por la falta de especialistas, puede llevar incluso más tiempo.
“Para cumplir con un servicio de salud básico, en los hospitales provinciales faltan 1.500 profesionales de la salud”, asegura Marta Márquez, vicepresidenta de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop). Según detalla, ése es uno de los reclamos por los que convocan a la suspensión de actividades: “También instamos a la Provincia a que convoque a una paritaria, ya que nos llamó por última vez el 22 de diciembre y ofreció un aumento que implicaba 98 pesos más para el bolsillo de los pro-
fesionales. En una reunión informal nos sugirieron una oferta del 18 por ciento, igual que al resto de los esta
tales, pero no hubo convocatoria formal y no aceptaríamos”. Para Márquez, “un paro puede generar demoras en la atención, pero la mayor demora está en la crisis de recursos hu-
manos del sistema”.
Zulma Ortiz, ministra de Salud provincial, asegura que en los 79 hospitales bonaerenses trabajan unos 33.390 profesionales de la salud, y que cerca de 30.000 se concentran en los 27 hospitales más grandes. “Hay una tasa de salida del personal que, sólo por jubilaciones, es del 5% anual”, sostiene. Y asegura que “el déficit se da críticamente en especialidades como pediatría, neonatología, clínica médica, emergentología y terapia inten
siva; para estimularlas armamos un programa que permita que los residentes de esas áreas queden en planta”. En 2017, promete la ministra, habrá en total 877 designaciones en esas “especialidades críticas”.
Alicia Bianco tiene 65 años y espera pacientemente en un banco del Hospital Fiorito, de Avellaneda: necesita que un cirujano vascular le diga si tiene o no trombosis. “A veces tengo suerte y consigo algún turno de demanda espontánea para el día, pero para eso tengo que llegar al hospital a las tres y media de la mañana; si no, puedo tener que esperar me
ses. Necesito ver a un endocrinólogo y tenía turno para abril, pero por un paro me lo cancelaron y ahora tengo
que volver en mayo; y más allá de los paros, en algunas especialidades hay mucha espera siempre”, se lamenta. Esa espera estructural es un problema para Raúl Alderete, que tiene 60 años y en 2016 tuvo un infarto. Periódicamente necesita que su cardiólogo lo controle y lo medique: “El doctor ve a doce personas por día, pero es el único que hay en el hospital, entonces conseguir turno lleva tiempo. He venido a hacer fila a las 5 de la mañana y aún así no conseguí turno; eso sí: el médico es buenísimo”, explica.
Marcelo Villegas, ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal, dispara: “El año pasado, Cicop cerró una paritaria razonable, del 34,7 por ciento de aumento, y aún así fue un festival de
paros”. Según el funcionario, “desde principios de 2016 hasta ahora se pasó de un salario mínimo de 11.000 pesos por 36 horas semanales de trabajo, a uno de 16.000 pesos”. Para Villegas, “está pendiente resolver el problema del ausentismo, ya que incluso cuando no hay paro de actividades, hay muchos médicos que igual no van a trabajar porque van a instituciones privadas o de obras sociales”.
Márquez dijo que “de no convocarse la paritaria y pidiendo la autorización correspondiente”, tienen previsto instalar una carpa sanitaria en el Obelisco o frente al Congreso “para alertar sobre esta situación”.
Norma Bonggio espera en la fila para conseguir turnos en el Eva Perón. “He tenido que pasar la noche en el hospital para tener un turno para el cardiólogo. Y para los que somos de Pami, hay especialidades como endocrinología o ginecología que pueden implicar meses de demora”, explica. Cerca suyo, cuelgan algunos carteles: “Los pedidos de turno por teléfono están suspendidos hasta nuevo aviso”, “No hay más turnos para neurocirugía”, “Hasta nuevo aviso no hay turnos para salud mental”.
Antes conseguía turno para la semana en curso pero ahora tengo que esperar uno o dos meses”. Noemí Bonggio (67) - Hospital Eva Perón, partido de San Martín Mi cardiólogo es el único que hay en el hospital: conseguir turno para verlo lleva tiempo”. Raúl Alderete (60) - Hospital Fiorito, partido de Avellaneda. Tenía turno para abril pero por un paro me lo cancelaron y ahora tengo que volver en mayo”. Alicia Bianco (65) - Hospital Fiorito, partido de Avellaneda.