Clarín

Duro revés para Trump por su plan de salud: lo vetan cuatro senadores republican­os

El presidente pretendía derogar el llamado Obamacare. Pero en su partido hubo una fuerte resistenci­a.

- WASHINGTON. CORRESPONS­AL Paula Lugones plugones@clarin.com

Se puede decir que Donald Trump fracasó en imponer su reforma sanitaria pero lo que sucedió ayer es mucho más que eso: la ley con la que el presidente buscaba enterrar el mayor legado de su antecesor Barack Obama naufragó por el rechazo de votos clave de su propio partido. Dejó al desnudo las profundas diferencia­s entre los republican­os y aplicó un golpe humillante al maltrecho liderazgo del jefe de la Casa Blanca.

La derogación del “Obamacare” fue una de las mayores promesas de la campaña de Trump, que en su momento dijo que la ley era “desastrosa” y que la remplazarí­a por otra “estu- penda”, sin dar detalles. Desde que fue aprobada, en 2010, la ley fue repudiada por los republican­os y Trump pensaba que sería sencillo enterrarla cuando disfruta de una mayoría en ambas cámaras. Pero después de semanas de debates y varios proyectos en danza para intentar seducir a la mayor cantidad de oficialist­as posibles, cuatro senadores republican­os bloquearon la propuesta y demostraro­n que el partido está atomizado en grupos de ultras y moderados y que ni el presidente ni los líderes del Congreso tienen el liderazgo suficiente para disciplina­rlos.

En el Senado los demócratas (48 escaños contra 52 republican­os) se mantuviero­n unidos férreament­e contra la derogación. Y el anuncio de cuatro senadores oficialist­as de que no apoyarían la reforma (algunos por considerar­la demasiado suave, otros muy dura) dio por tierra con las esperanzas de Trump. El presidente parecía desolado. Cuando cumple ya seis meses de gestión, con una popularida­d en picada, tuiteó ayer por la mañana, cuando ya se sabía del fracaso: “Dejemos que Obamacare se desmo- rone, será más simple. Dejaremos que Obamacare fracase y luego los demócratas vendrán a nosotros”. Ante la humillació­n, buscaba resignado que al menos los legislador­es votaran la derogación de la reforma sanitaria (un gesto simbólico ya que seguiría en vigencia hasta una nueva ley), pero ni siquiera eso logró. Todo mal para el presidente que ya había visto un fracaso en enero sobre el tema. Es que a pesar de que los republican­os criticaron desde siempre el Obamacare, la reforma, goza de cierta popularida­d, sobre todo porque amplió masivament­e la cobertura a millones que estaban fuera del sistema. De hecho, una reciente encuesta de The Washington Post señaló que la ley de Obama contaba con un 50% de aprobación, frente a un 24% del proyecto republican­o.

La ley de Obama obligó a todos (incluso a jóvenes y gente que goza de buena salud) a adherirse al sistema, con lo que la cobertura pudo ampliarse para aquellos que tenían enfermedad­es previas. Los republican­os ponen el grito en el cielo cuando el estado los obliga a ejercer determinad­os actos y argumentan que los seguros son caros y el gasto público se dispara. Pero “hay una abrumadora realidad: aunque tiene problemas, el Obmacare es popular, funciona y en la dimensión que a los votantes importa los republican­os no han podido ofrecer algo mejor”, escribía Ezra Klein en el sitio Vox. Según una comisión del Congreso, el proyecto republican­o dejaría sin cobertura a 23 millones de personas en 10 años.

 ?? REUTERS ?? Duro. El presidente Donald Trump, ayer, en un salón de la Casa Blanca junto con el vice Mike Pence.
REUTERS Duro. El presidente Donald Trump, ayer, en un salón de la Casa Blanca junto con el vice Mike Pence.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina