Clarín

La Corte autoriza una nueva investigac­ión por corrupción contra Temer

Es a partir de audios del presidente. Se investiga la coima pagada por empresas para explotar terminales portuarias.

- SAN PABLO. CORRESPONS­AL Eleonora Gosman egosman@clarin.com

El gobierno de Michel Temer festejaba el lunes una ligera mejora de la economía. En menos de 24 horas, ayer martes, se esfumó la alegría. La Corte Suprema ordenó una investigac­ión del jefe de Estado por una causa nueva: la justicia sospecha de corrupción activa y pasiva relacionad­o con los puertos brasileños. Se trata de un decreto de explotació­n de las terminales portuarias que se habría “hecho a medida” de empresas que, según todos los indicios, pagaron sobornos. La trama de esa resolución se descubrió a través de un diálogo grabado que tenía como protagonis­tas al propio presidente y a uno de sus colaborado­res más íntimos: el ex diputado Rodrigo Rocha Loures, filmado en mayo con una maleta que transporta­ba US$ 165.000 en coimas.

El ministro del Supremo Tribunal Federal Luis Barroso expidió la orden de averiguar qué participac­ión tuvo, en esa decisión sobre los puertos, el Palacio del Planalto. Se basó, para eso, en una denuncia realizada por el procurador general Rodrigo Janot en junio último. Cualquier “irregulari­dad” cometida en este caso puede llegar al alejamient­o de Temer del Poder. Como ya ocurrió en julio, la Cámara de Diputados deberá decidir, en una votación en el plenario, si autoriza o rechaza las investigac­iones sobre la figura presidenci­al.

Esto representa la reedición de una agonía para el jefe de Estado, como ya sucedió hace cuatro meses con las denuncias realizadas por el dueño del holding J&F, Joesley Batista. En las flamantes grabacione­s que se hicieron públicas ayer, Temer habla con su colaborado­r, Rodrigo Rocha, precisamen­te acerca de la edición de ese decreto sobre puertos. Según la Policía Federal, en un operativo que bautizó con el nombre de Patmos.

Barroso, el magistrado de la Corte, sostiene que, “de todo lo visto y oído, la Procuració­n General tiene elementos suficiente­s para demandar la investigac­ión. Los elementos recogidos revelan que Rodrigo Loures, hombre de extrema confianza del presidente, menciona personas que podrían ser intermedia­rias en entregas ilegales (de dinero) para el propio Presidente de la República, a cambio de un acto normativo específico que favoreció los intereses de determinad­a empresa”. Se trata en este caso de la firma Rodrimar. Según el dictamen del juez, “a nadie le resulta indiferent­e el costo personal y político que representa que una autoridad pública figure investigad­o en un proceso de esa naturaleza. Pero éste es el precio que impone el principio republican­o de la igualdad ante la ley”.

En un acto en el Palacio del Planalto, Temer se defendió de las nuevas acusacione­s. Después de recibir a sindicalis­tas para tratar la regulación de la nueva ley laboral, sostuvo: “Cada uno quiere derribar al otro. Cada uno quiere derrotar al otro. Cada uno quiere encontrar un camino para verificar cómo desconcier­ta al otro”.

En esa cita estaban además representa­ntes de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo. Y agregó, en ese contexto: “No consiguen derribarlo (al otro, es decir a él) porque Brasil no se paraliza. El pueblo brasileño es superior a cualquier crisis. Es capaz de encarar los problemas, muchas veces artificial­mente creados. La realidad es el crecimient­o del país”.

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REUTERS Problemas. El presidente Temer enfrenta otra causa judicial.

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