Clarín

Los españolist­as tomaron la calle en Barcelona entre banderas y Calamaro

- Marina Artusa martusa@clarin.com

Suenan Los Rodríguez. La voz de Calamaro está entonando por altoparlan­te “cada vez que toco un poco fondo”, “un recuerdo más que pasajero, será como empezar otra vez de cero” y Plaza Cataluña se colma de banderas españolas que vienen ondeando desde La Pedrera de Gaudí, punto de partida de la marcha que, con la excusa de celebrar el 12 de octubre, día de la Hispanidad, volvió a convocar a los sectores que se oponen a la independen­cia de Cataluña.

“Yo soy español, español, español”, coreaban los asistentes a la marcha que, según la Guardia Urbana sumaban unas 65.000 personas. Gritos contra TV3 -“¡manipulado­ra!”-, la televisión pública catalana, “¡Puigdemont a prisión!” y “Uno, cinco, cinco”, el alusión al artículo de la Constituci­ón que permite suspender las autonomías si no cumplen con sus obligacion­es, aturdían las calles. “Gobierno de España, cumpla y haga cumplir la Constituci­ón”, decía una pancarta.

Con el lema “Cataluña sí, España también”, estos miles de personas partieron del edificio más emblemátic­o del modernismo catalán, que fue declarado Bien Cultural del Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1984 y que Gaudí comenzó a construir en 1906, cuando el Ensanche de Barcelona se convertía en el corazón de la expansión urbanístic­a y el Passeig de Gracia, en la residencia de los burgueses más refinados.

“Hace sólo dos días, Puigdemont (el presidente catalán) amagó con proclamar la independen­cia. Al final, parece que le temblaron las manos y las piernas, y la DUI (declaració­n unilateral de independen­cia) quedó reducida a una confusa pantomima, más propia de patio de colegio que de sede parlamenta­ria”, leyeron sobre el escenario los promotores de la movilizaci­ón: Societat Civil Catalana (SCC), que se puso al frente de la marcha multitudin­aria del domingo pasado.

Cada 12 de octubre España celebra el desembarco de Cristóbal Colón en ese nuevo continente que fue América. Pero ahora, aquí, sólo una parte de la sociedad española está dispuesta a celebrar el hallazgo de hace 524 años. Un centenar de radicales de ultraderec­ha convocados por la formación Democracia Nacional se manifestar­on cerca de Montjuic y quemaron banderas “esteladas”, las independen­tistas. Ese fue el principio de lo que terminó siendo una batalla campal entre grupos ultras en Plaza Cataluña, cuando la marcha ya había culminado. Se registraro­n graves incidentes, en los que varios grupos se enfrentaro­n lanzándose sillas y otros objetos. Se habría tratado de una pelea entre bandas de ultraderec­ha con aficiones futbolísti­cas rivales. Pero, en la Plaza Cataluña, mientras la marcha duró, fue pacífica. ■

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