EE.UU. dice que Cuba pudo evitar los ataques a sus diplomáticos
El gobierno de Estados Unidos volvió a apuntar contra las autoridades cubanas por el ataque sónico que sufrieron sus diplomáticos en La Habana, aunque sin culparlos directamente. John Kelly, el jefe de Gabinete del presidente Donald Trump, le adjudicó cierta responsabilidad al gobierno de Raúl Castro al no haber evitado la misteriosa agresión.
“Creemos que el Gobierno cubano podría parar los ataques a nuestros diplomáticos”, dijo Kelly en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, aunque sin dar más explicaciones.
Los ataques denunciados por Washington habrían comenzado en noviembre de 2016 y se extendieron, en forma esporádica, hasta agosto pasado. Los afectados son 22 diplomáti- cos de su embajada en La Habana. No está claro cuál fue el arma utilizada por los agresores. Fuentes de la Cancillería estadounidense especulan con la posibilidad de que hayan utilizado un dispositivo completamente desconocido hasta ahora. Según sostienen, podría tratarse de algún arma que emite sonidos fuera del rango de audición (infrasonido o ultrasonido) humana.
Entre los síntomas, la Asociación Estadounidense del Servicio Exterior mencionó: “Daño traumático cerebral leve y pérdida de la audición, además de síntomas como desequilibrio, fuertes dolores de cabeza, dificultades cognitivas e inflamación cerebral”. Otros reportes mencionan dolor de oídos, mareos, fatiga y dificultades de sueño.
El Departamento de Estado estadounidense ha insistido en que desconoce “qué o quién” provocó esos incidentes, un tema que está investigando el FBI. No obstante, Washington sí acusa a La Habana de no haber cumplido con su obligación de garantizar la seguridad de los funcionarios estadounidenses en su territorio.
El Gobierno cubano, por su parte, ha negado toda responsabilidad en los incidentes y ha asegurado que los ha estado investigando desde que tuvo conocimiento de ellos, aunque se ha quejado de la falta de cooperación de las autoridades estadounidenses a la hora de compartir información y de la falta de pruebas de los sucesos.
Debido a este episodio el Departamento de Estado redujo al mínimo su personal en la embajada estadounidense en La Habana, lo que ha llevado a suspender la emisión de visados y limitar sus servicios consulares a trámites de emergencia.
Además, Washington ordenó la semana pasada la expulsión de 15 funcionarios de la embajada cubana en Washington, un paso que ha elevado las tensiones bilaterales, que ya habían aumentado a raíz de la llegada al poder de Trump en enero. ■