La atracción de los cuerpos desnudos
El padre, la madre y el hijo se enfrentan a la llegada de alguien que viene desde afuera: el primo. Esa visita les despierta el recuerdo de la vida exterior y de los tiempos en los que Antonio “andaba en bolas en el río”, según palabras de Cáceres. Esa imagen vuelve a ellos, con fuerza. “Es alguien que llega con una libertad y una alegría que los moviliza”, sigue. “Y también con algo oscuro”, agrega.
En los afiches se ve a los cuatro actores insinuando desnudez. Pero en la obra, sólo los dos más jóvenes se desnudan en escena.
“Hay algo en la puesta de poner el cuerpo, perderle el miedo al contacto físico, a la desnudez”, describe el actor-director.
“Es un teatro de cuerpos y de un gran texto”, acota Valentina.
Hace tanto calor, que el hijo permanentemente quiere estar sin ropa.
“Además, se acuerda de que el primo se desnudaba todo el tiempo y no había ningún problema”, explica Luciano.
“La desnudez está naturalizada, están en bolas porque hace mucho ca- lor. Incluso yo estoy en malla toda la obra”, finaliza, y desdramatiza, Valentina.