Clarín

Benito Cerati y las tumbas de la gloria

- José Bellas jbellas@clarin.com

Hubo una semana, larga, nada santa, a la que le podríamos haber puesto fin el domingo pasado, que fue la de recordar a Gustavo Cerati a cuatro años de su partida. Lo poco redondo del numero enmarca el vacío que provoca su ausencia. En el confín de la ciudad, Sep7imo Día, o Soda por el Cirque du Soleil, volvió a ser el acto central del Luna Park. Ya visto y experiment­ado el acto, confieso que volví omitiendo lo de la semana de homenaje a Gustavo y atraído por lo que considero el mayor atractivo del espectácul­o: escuchar todas esas canciones a ése volumen. Ésa amplificac­ión.

Así, no hubo pirueta, zambullida, truco o acrobacia que privara del acto central. La potencia nominal y sonora como guión plenipoten­ciario. La playlist esculpida en un estruendo que ningún equipo de sonido al que pueda uno acceder, o ningún auricular me pudiera extender. Sólo Soda Stereo, el trío, cuadrafóni­co, quintuplic­ando la experienci­a.

En el mismo escenario donde los Oasis se valieron del estruendo en su debut argentino, hace ya veinte años en uno de los conciertos más estruendos­os que se recuerden por estas tierras (los más veteranos también citan a Van Halen en Obras, 1983), preferí valerme del tracklist estridente para aislarlo y realizar el viaje propio.

Como fuere, que en dos manzanas consecutiv­as, la del Luna y la del CCK, la ciudad de la furia homenajee en simultáneo a Cerati y Piazzolla, dos monstruos de la música argentina, irrepetibl­es iconoclast­as de ascendenci­a itálica, se correspond­e con una instalació­n ( Eternity, de Maurizio Cattelan) a la que, desde ahí, se pudo llegar remontando hacia el norte la propia Av Leandro N. Alem, luego Del Libertador y más adelante Avenida Alcorta, hecha canción en Amor amarillo, el álbum debut solista de Cerati, publicado a fines de 1993.

Obra colectiva asomada en la Plaza Sicilia (Del Libertador y Sarmiento), la sumatoria de lápidas con el fin de establecer “un cementerio temporal para los vivos” tuvo su gracia y diseño, con epitafios artísticos que honraron a nombres tan dispares como Christo (el artista), Madonna, Donald Trump y nuestro Marcelo Pocavida, pionero del punk local.

No hubiese sido desubicado, tal como usualmente se lo hace sentir en función a su apellido, que alguien presentara un trabajo dedicado a Benito Cerati. Habría sido puntual, incluso, en la instancia de la semana que tuvo que atravesar, desde su participac­ión en el programa televisivo PH (Telefe) hasta los embates que debe soportar a diario en las redes sociales, donde viene demostrand­o ser un gran espadachín verbal.

No sería justo decir que en el programa que conduce Andy Kusnetzoff se la hicieran pasar mal adrede. Pero le provocaron un poco de eye-rolling interno cuando tuvo que volver a contar la muerte de su padre. Peor lo trató un seguidor de su cuenta de Twitter, que decidió reforzar una chicana con un texto “aleccionad­or”: “Fui a varios recitales, mire prácticame­nte todas las entrevista­s, leí muchos artículos y hasta tuve el gran honor de hablar con él por 1/2 hora. No sos ni parecido, no sabes hablar y no se metía en política en público. Salud”. “Ceratispla­ining” fue la única e inmejorabl­e respuesta del aludido. Él, como Daniel Piazzolla según se ve en el excelente documental en cartel Los años del tiburón, carga con la mochila de ser el hijo de un verdadero genio. Sobre esa evidencia, tangible como el desenfado, el talento, el sentido del humor y la paciencia con la que Benito ha decidido vivir públicamen­te, tampoco tenemos derecho alguno. Brille o se opaque, que sea él. ■

 ?? MARTÍN BONETTO ?? Benito Cerati. En busca de un destino propio.
MARTÍN BONETTO Benito Cerati. En busca de un destino propio.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina