Entre el duelo y el temple para seguir dando pelea
Más que en los gestos, a Luis Naidenoff el dolor se le nota en las pausas. El pasado 18 de junio fallecieron su esposa y su hijo de 17 años por una pérdida de gas en la casa que habitaban en Formosa. El 8 de agosto juntó fuerzas para reaparecer en la decisiva sesión sobre la interrupción voluntaria del embarazo y cerró el debate con un elogiado discurso. Ahora reparte el tiempo entre la política y la dedicación a su hija de 23 años, que estudia en Buenos Aires.
-En el debate de la ley de aborto, que votó a favor, usted enfatizó que es un hombre de fe. ¿Lo ayuda para sobrellevar el duelo familiar? -Sí, me aferro a la fe en el día a día. En el minuto a minuto, te diría. Soy católico y voy a la iglesia.
- Algunos dicen que si hubiera podido estar en la pelea de los votos, la ley se aprobaba... - No lo puedo medir.... Pero creo que en el Senado faltó una mirada nacional.
Con el mismo temple que mostró al retomar la actividad parlamentaria, Naidenoff se sumó al tándem radical que negocia mano a mano con la primera línea del Gobierno y participa en reuniones ampliadas del Gabinete convocado por MauricioMacri.
Su primer acercamiento a la política fue como estudiante secundario, en Corrientes, a mediados de 1983: recuerda que asistió a un acto de Raúl Alfonsín en una plaza (“yo ni sabía quién era”, comenta) y quedó cautivado por su mensaje.
Con todo, la carrera partidaria no la cons- truyó en la Universidad, a través de Franja Morada, como muchos de sus contemporáneos. La forjó, en cambio, de una manera atípica. Con diploma de abogado y ya de vuelta en Formosa, se convirtió en pionero de la defensa de los consumidores. Corrían los 90 y al calor de las privatizaciones armó una entidad de nombre pretencioso: Red Solidaria de Asistencia Jurídica Gratuita al Vecino. Dice que se cansó de ganar amparos para que la Justicia ordenara dar marcha atrás con los cortes de luz y agua a usuarios morosos. “Era la política consiguiendo resultados tangibles para la gente”, afirma. Y la fama ganada le permitió aterrizar como concejal capitalino, su primer cargo público.
Fue de los radicales que preferían incluir en la alianza a Sergio Massa, pero cuando ganó Mauricio Macri se alineó rápidamente. De bajo perfil y convicciones firmes su karma política se llama Gildo Insfrán: lo derrotó en las elecciones a gobernador de 2007 y 2015.
Heredó el apellido compuesto, Petcoff Naidenoff, de un abuelo búlgaro que se afincó en la zona “gringa” del Chaco algodonero. En sus orígenes se mezclan también inmigrantes españoles, italianos y ucranianos. Se crió en El Colorado, un pueblo del sur formoseño que ahora tiene 14.000 habitantes, donde su padre se había afincado para trabajar en el campo. Desde chico se hizo futbolero y hasta hace poco se anotaba en cuanto torneo de abogados se organizara en la provincia. Entre tantas cosas, ahora añora las salidas al cine en familia. “Estoy tratando de reacomodar la cabeza”, se confiesa.