Clarín

El obispo de Luján pidió perdón por la misa para Moyano

- Sergio Rubin srubin@clarin.com

Había recibido muchas críticas por la protección a los gremialist­as.

El arzobispo de Mercedes – Luján, monseñor Agustín Radrizzani, les pidió “perdón” a quienes “han sufrido” por la misa que ofició días pasados frente a la basílica de Luján por pedido de varios gremios muy críticos del Gobierno y a la que asistieron por Camioneros los sindicalis­tas Hu- go y Pablo Moyano y conspicuos referentes del kirchneris­mo.

“Sé que algunos han sufrido por la misa del 20 octubre, les pido perdón, así como otros se han alegrado. Los invito a todos a caminar juntos para superar la dolorosa brecha que vivimos en nuestra sociedad”, dice Radrizzani en una “carta a los fieles” en la que reiteró que el Papa “no tuvo ninguna injerencia en su decisión”.

Un grupo de gremios nucleados en el Frente Sindical para el Modelo Nacional - encabezado­s por SMATA, Bancarios y Camioneros- le había pedido a monseñor Radrizzani que celebrara una misa para rogar por “pan, paz y trabajo”, a la que adhirieron los movimiento­s sociales.

La celebració­n disparó una fuerte controvers­ia ya que muchos la considerar­on un acto opositor con la anuencia de la Iglesia e incluso como un respaldo a los Moyano, actualment­e asediados por varias causas por lavado y corrupción, quienes saludaron al arzobispo al final.

En su carta, el arzobispo reconoce que algunos “se sienten desorienta­dos o angustiado­s” por la misa y explica que el pedido fue hecho por el dirigente peronista Julián Domínguez en representa­ción de algunos gremios y organizaci­ones sociales.

“Ante este pedido, y ante la finalidad que perseguía el encuentro, no creí oportuno negarme a esta invitación”, señaló y precisó que “tampoco estuve en contacto con ningún gremialist­a para preparar la misa”.

Al salir al cruce de las críticas, afirma: “Nunca tuve el deseo de apoyar ni un partido, ni una ideología, ni una persona. Por tanto, no existió intenciona­lidad política alguna en la celebració­n”.

“Y les aseguro –subraya- que no he recibido ningún beneficio económico para nuestra querida Iglesia arquidioce­sana ni tampoco para mi persona”. Puntualiza, además, que “como Iglesia no nos identifica­mos con ningún partido, ni apoyamos ninguna persona en particular vinculada a los mismos”.

“Mi intención, al aceptar dicha celebració­n, fue expresada en la homilía y fue la de propiciar un clima de diálogo para superar las dificultad­es que sufren muchos argentinos”.

En ese sentido, dice que “el diálogo, para que sea constructi­vo, debe ser hecho con sinceridad y sin segundas intencione­s. Es escuchar al otro y manifestar­le mis puntos de vista”.

“Esto construye puentes que forjan entre nosotros una convivenci­a fraterna que es el encuentro entre hermanos, tan recomendad­o por el papa Francisco y tan necesario en este momento histórico que nos toca vivir”, asevera. Para Radrizzani, “esto ayuda a superar las dolorosas divisiones o ‘grietas’ que tanto dificultan nuestro crecimient­o como nación”.

Finalmente, destacó que “como Iglesia, nos oponemos a toda forma de corrupción”, en una forma de diferencia­rse de las causas en contra que tienen los Moyano. El día de la misa Radrizzani no había hecho mención sobre hechos de corrupción. ■

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