Clarín

Los bloques opositores esperan la “letra chica” para definir su posición

-

“Gana Bolsonaro y Macri se endurece”. El efecto carioca es, según un diputado peronista, el motivo por el cual el Gobierno quiere empujar un debate sobre cómo regular la protesta callejera, proyecto que este mes ingresará al Congreso.

El texto, que podría quedar para su tratamient­o en comisión en el Congreso el año que viene -el período ordinario termina el 30 de noviembre y no hay plan de convocar a extraordin­arias- genera el rechazo, previsible, de las organizaci­ones sociales pero divide a los espacios opositores.

En el Bloque Justiciali­sta y el Frente Renovador, aunque no existen posiciones unívocas, aparecen más proclives a dar un debate sobre el tema. Pero, por lo pronto, en ambas bancadas dijeron a Clarín que antes de opinar quieren conocer la letra chica del proyecto.

“Si la posición es no permitir la protesta social, no hay forma de dar ese debate. Si se trata de sancionar la conducta violenta es otra cosa”, agrega un legislador.

Ironizan, incluso, que varias veces el Gobierno anunció que enviará la reforma del Código Penal pero nunca ocurrió. De ahí, surge la interpreta­ción de que Macri, ante el triunfo del derechista Jair Bolsonaro en Brasil, endureció su posición.

Anoche, en el FpV y en Red por Argentina, se mostraban más reacios. De todos modos, al igual que los demás bloques opositores, quieren conocer cuál será, finalmente, el paquete de reformas para tomar una posición pública y clara al respecto.

No ocurre eso entre las organizaci­ones sociales. Daniel Menéndez, coordinado­r de Barrios de Pie, no solo cuestiona la medida sino que la atribuye a una debilidad política. Juan Grabois, de la CTEP, incorpora otra figura: habla de “populismo penal”.

“Están tratando de sacar votos con actitudes demagógica­s que no resuelven ningún problema real, sólo alimentan posiciones intolerant­es, y lo hacen porque no pueden resolver nada desde la política o la economía”, le dijo el dirigente a Clarín y agregó: “No pueden resolver nada porque son un gobierno de ineptos y arrastrado­s que entregó la macroecono­mía argentina al FMI”.

Menéndez, por su lado, aseguró que el Gobierno “no tiene ninguna medida para mostrar que mejore el escenario social, entonces buscan salidas represivas. Es difícil no verlo en el marco de algunos funcionari­os, sobre todo la ministra ( Patricia) Bullrich, de buscar una estigmatiz­ación de las organizaci­ones sociales o quienes llevan adelante algún reclamo”, le dijo este diario.

“Primero fue el supuesto vínculo con el narcotráfi­co, después el planteo de que el Gobierno financia los movimiento­s. Vemos peligroso este camino”, aseguró el dirigente que forma parte de los llamados “Cayetanos”, un bloque de organizaci­ones que han llevado adelante protestas contra el Gobierno.

“Somos los mismos que hasta hace unos meses nos sentamos a discutir la Emergencia Social y Alimentari­a”, agregó Menéndez. Con CTEP, la CCC y otras organizaci­ones preparan una contra cumbre en un estadio de fútbol unos días antes y movilizaci­ones durante el G20. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina