Irán y el terrorismo, amenaza global
Ex embajador argentino en la ONU
Para la administración norteamericana, Irán es quizá el principal ítem de la agenda de paz y seguridad internacionales. Es, entonces, una amenaza permanente, que no puede perderse de vista. Primero, por sus esfuerzos en procura del predominio político en su región inmediata. Segundo, porque Irán utiliza el terrorismo en el escenario internacional, como uno de sus principales instrumentos de política exterior. La Argentina lo sabe. Lo que es inaceptable.
Cabe señalar algunas de sus actividades más recientes, que generan preocupación.
Irán está entrenando a militantes del Talibán afgano. Ello ocurre en distintos centros de adiestramiento para “fuerzas especiales”. Los cursos de entrenamiento de terroristas se extienden seis meses y el Talibán envía a los mismos a sus militantes más jóvenes y capaces.
De acuerdo a información de inteligencia, este año han asistido varios centenares de jóvenes terroristas, unas 600 personas, que se “gradúan” como terroristas de alta peligrosidad.
Entre los temas que Irán difunde entre los terroristas afganos está el de la elaboración y utilización de bombas y explosivos.
Una nueva generación de terroristas ha sido y sigue siendo preparada con esmero para la violencia.
En los cursos que organiza Irán participan como docentes efectivos de la Guardia Revolucionaria, que responden a la oligarquía clerical iraní. Además del manejo de explosivos, los cursantes aprenden técnicas de comunicación, reclutamiento e infiltración.
De esta manera, Irán se suma a la peligrosa tarea de formar jóvenes terroristas, acompañando a Paquistán, cuyos servicios de inteligencia están empeñados en tareas similares.
La preocupación por el entrenamiento de terroristas se ha visto confirmada por la participación de dos jóvenes iraníes en los atentados contra la oposición iraní en los alrededores de París. Aparentemente ellos han sido coordinados por un joven diplomático iraní adjunto a la Embajada persa en Viena, quien actuó con una unidad especializada del Servicio Nacional de Inteligencia iraní. Ambos serían los responsables de los ataques que acaban de tener lugar en la localidad gala devillepinte.
A lo que se suma la detención, en Bélgica, de aquellos iraníes sospechosos de haber concebido el mencionado ataque terrorista.
Me refiero a miembros del Consejo Nacional de Resistencia de Irán, que opera también en Alemania. Se trata de una organización que en los 80 actuara en el sitio de la embajada de los EE.UU. en Teherán. Los EE.UU. también los tienen por terroristas desde 2012.
Por todo esto Irán aún es, con Corea del Norte, Siria y Sudán, uno de los países a los que los EE.UU. catalogan de “promotores” del terrorismo.
Los EE.UU. pretenden –pese a todo- negociar con Irán un tratado bilateral que cubra no sólo su preocupante programa nuclear, sino también los temas misilísticos. Irán no ha mostrado, hasta ahora, interés alguno en trabajar en esa dirección.