La tecnología en función de la literatura
Creada como una red social, Alibrate reúne a una comunidad de más de 60.000 lectores de habla hispana que pueden calificar, reseñar y compartir sus opiniones sobre 600.000 títulos editados en español.
Alibrate, la red social creada por Carlos Tramutola, reúne a una comunidad de más de 60.000 lectores de habla hispana. Cuenta con 600.000 títulos editados en español.
Carlos Tramutola es ingeniero industrial. Según él, un ingeniero renegado, que prefiere leer, escribir y tocar la guitarra. Luego de trabajar siete años en Techint, donde se desempeñaba como Gerente de Desarrollo Social, sintió que era el momento de abandonar la corporación y explorar nuevos caminos, aunque no sabía muy bien cuáles.
Mientras aguardaba a que encuentren su reemplazo, experimentó lo que describe como una epifanía. Sintió que no existía ningún lugar donde los lectores pudieran descubrir libros, y donde, al mismo tiempo, encontraran información que para elegir qué leer.
“En otros rubros había muchos lugares en los que averiguar datos o acceder a críticas, pero para los libros no encontraba un espacio donde la tecnología se hubiera encargado de juntar toda esa información”, cuenta Tramutola.
Así fue, con la tecnología como palabra clave, que comenzó a delinear la idea de Alibrate, una pla-
taforma web y una aplicación móvil en donde las personas pueden calificar o reseñar libros editados en habla hispana, y compartir sus opiniones con otros usuarios.
Concebida como una red social literaria, el primer paso para su ejecución fue sumar un programador y un diseñador que colaboraran en el desarrollo de la plataforma. “Arrancamos en abril de 2017 a armar todo y cuando tuvimos una versión beta del producto, convocamos a usuarios de prueba para testear cómo lo usaban y aprender de ese uso”, detalla su creador.
A principios de este año, Alibrate presentó oficialmente su sitio web, que posteriormente se complementaría con la aplicación. Hoy, detrás del proyecto hay un equipo de 5 personas a tiempo completo, esencialmente tecnólogos y programadores, que trabajan en un proceso de mejora continua, atentos a los comentarios y sugerencias de una comunidad de más de 60.000 usuarios, localizados mayoritariamente en México, España, Argentina, Colombia y Perú.
“El pequeño éxito que vamos teniendo hasta el momento, es una muestra de que la tecnología puede juntar a la gente y acompañar a la literatura, y no competir con ella”, señala Tramutola.
De acuerdo al informe de producción elaborado por La Cámara Argentina del Libro en 2017, la cantidad de títulos publicados por editores locales ese año fue de 28.440. Esta variada oferta literaria, se suma a la extensa cantidad de obras ya existentes disponibles en las librerías o que circulan por internet.
Ante tantas posibilidades, el objetivo de la plataforma es simplificar el proceso de selección.“Alibrate te ayuda a decidir qué leer. A veces buscamos la opinión de un lector más parecido a uno, en vez de las críticas profesionales. Acá podés encontrar eso, otros lectores
afines, con los mismos gustos”, resume Tramutola.
Además de marcar y calificar libros sobre una base de datos con más de 600.000 títulos en español, cada usuario puede armar su biblioteca virtual en la que registrar todos los ejemplares que leyó, que está leyendo, y señalar aquellos que le gustaría leer, por orden de prioridad.
A su vez, al mismo tiempo que proveen a otros lectores de información útil, los usuarios pueden seguirse entre sí de acuerdo a sus preferencias, subir citas de autores o de libros que les gustaron, o acceder a listas temáticas o sugerencias realizadas por la misma plataforma, en función a los géneros o escritores preferidos.
Es más, reconocidos autores de la región, como Juan Villoro o María Kodama, ya hicieron su aporte a la comunidad y grabaron sus reseñas sobre alguno de los libros que más les gustaron.
EN ETAPA INICIAL Alibrate se puso en marcha con una inversión inicial de u$s 200.000, aportada entre tres socios. A menos de un año de su lanzamiento, la monetización de la plataforma es una de las cuentas pendientes.
“Hoy generamos pequeños ingresos que no cubren ni por casualidad los costos. Estimamos que los ingresos reales van a venir de dos fuentes principales: publicidad y venta de libros”, comenta Tramutola, quien anuncia que la compañía ya ha cerrado un acuerdo con Libranda, uno de los principales distribuidores de e-books en español en el mundo, lo que le permitirá comenzar a ofrecer un servicio de venta directa para ciertos títulos.
Mientras tanto, el proyectos se encuentra en etapa de inversión, y se prevé que continúe en la misma instancia durante los próximos dos o tres años, para luego comenzar a generar ganancias. “Estamos cerrando la búsqueda de inversores para 2019. En algún momento veremos si vale la pena incorpo-