TURNER Nacida
en Northampton, Ingla- terra, hace 20 años, Turner inició su carrera profesional en 2011 dando vida a Sansa Stark, la noble hija mayor de Catelyn Stark y Lord Eddard Stark en una “pequeña” serie televisiva llamada Game of Thrones. Pero no fue casua- lidad que obtuviera el papel en el fenómeno mundial producido por la cadena HBO. Esta inglesa de ojos tan cristalinos como el lago más sereno del Reino Unido se inició en las artes escénicas a la edad de tres años en la escuela Playbox Theatre Company y fue su maestra de drama la que la convenció de asistir a la audición que después cambiaría su vida.
Desde su debut en la pantalla chica, la carrera de Sophie parece crecer al mismo ritmo con el que su personaje desarrolla una frialdad e inteligencia tácticas que no hubié- semos anticipado al inicio de la aclamada serie. Aunque no todo ha sido televisión para la actriz de roja cabellera: en 2013 apareció en su primer filme, Another Me, y en fechas recientes pudimos verla usando sus poderes mutantes al encarnar a
Jean Grey en la octava entrega de la saga cinematográfica que tiene a los X-men como protagonistas.
Al mirar a esta mujer de 1.75 metros de estatura en televisión, en alguna portada de revista o nuestra sala preferida de cine, no cuesta trabajo imaginar que las cámaras de todo el mundo, en cualquiera de sus variaciones, la adoran tanto o más que nosotros. Aunque debemos confesar que observar a Sophie Tur- ner sin tener en mente a Sansa Stark nos resulta, todavía, imposible.
- Alberto Nava