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PODER JAPONÉS
Las 500 Millas de Indianápolis es una de las tres carreras más importantes del mundo motor, y este año tuvo un sabor especial, pues el piloto de Fórmula 1, Fernando Alonso, había decidido no ir a correr el Gran Premio de Mónaco para poder participar en esta competencia e intentar ganar la segunda gema de la triple corona, que consiste en obtener victorias en Mónaco, Indy y Le Mans.
El motor Honda lo traicionó y a 21 vueltas del final, lo dejó fuera de la competencia; pero la historia nos tenía deparado otro gran momento de la mano de Takuma Sato. El japonés corrió seis años en F1 sin grandes palmarés; su mejor resultado fue un podio en el GP de Estados Unidos en 2004. En 2010, llegó a Indycar, donde suma una victoria, en Long Beach; sin embargo, el 28 de mayo de 2017 será un día difícil de olvidar para él, pues con un gran rebase a cinco vueltas del final y acelerando a fondo, se convirtió en el primer nipón en ganar las 500 Millas de Indianápolis en sus 101 ediciones de historia. Además, lo hizo con un motor Honda y un Panasonic como uno de sus principales patrocinadores. El poder del “imperio del sol naciente” brilló.