Hulk
No encabrones al bicho verde.
PROBLEMA
Incapacidad para gestionar la ira. A quién no le ha pasado: te pones tus mejores galas para una entrevista de trabajo importantísima y te derramas, casi con coreografía, una cafetera íntegra en el traje. Tú te pones a llorar hecho un ovillo al lado del lavavajillas; otros salen al balcón y blasfeman con fuerza. Lo que hace Bruce Banner es convertirse en un coloso verde de fuerza sobrehumana que no atiende de razones y deja la ciudad como después de una película de Roland Emmerich.
SOLUCIÓN DE CÓMIC
Medida exógena: se lanza al ejército contra el titán. Si falla, una bomba atómica. O se le envía a otra dimensión. Spoiler: todo eso fracasa porque Hulk es incontenible, y cuanto más se le hace enojar, más complicado es ponerle freno. Lo único que funciona es dejarlo estar: ya se le pasará el berrinche.
OTROS HÉROES CON PROBLEMAS SIMILARES
El otro superhéroe de conducta irritable es Wolverine. El mutante de garras de adamantium lleva décadas poniendo en evidencia a sus compañeros de X-men con su fama de pendenciero. Coméntale algo de sus patillas y acabas hecho rodajas por gracioso. Sin duda, es otro al que no levendría mal algo de terapia de gestión de la ira.
QUÉ SE HACE EN LA VIDA REAL
Hulk y su alter ego humano son unaversión superpoderosa de Jekyll y Hyde: un apocado científico se transforma en un tifón vigoréxico. Es una caricatura, claro, pero en la vida real, los problemas de irritabilidad pueden esconder una insatisfacción de cualquier tipo en una personalidad “débil” (aunque aquí no nos gusta llamarla “débil”; preferimos hablar de “la que no necesita ser contenida con la bomba de neutrones”).