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Los robots dieron un salto clave. Ahora son más rápidos y versátiles, pero fue la capacidad para percibir su entorno lo que los puso a trabajar codo a codo con los humanos.
Un robot es una herramienta programada para realizar una actividad de forma automática y puede ser tanto un software como una pieza de hardware. Ahora, y con miedo, se habla de que los robots vienen por nuestros trabajos pero ¿es tan así? El auge de la robótica es reciente: el primer robot industrial eléctrico es de la década de 1970 pero para los noventa ya habían colmado la industria automotriz, la única cuya operación era lo suficientemente grande y repetitiva como para ser automatizada. Según Víctor Liste, ingeniero electrónico que trabaja hace más de 12 años en robótica industrial, los robots tradicionales son “muy precisos, pero tienen una percepción del entorno mínima y si fueran personas, serían ciegas y sin sentido del tacto”. Esta percepción del entorno está cambiando y ahora las máquinas pueden ver, sentir y ubicarse en el espacio, requisitos clave para moverse en el mundo humano, donde lo que sucede no está programado. El cambio se debe a los avances en el campo de la inteligencia artificial y a la disminución de los costos de los sensores. Así, un robot puede transitar un espacio desconocido, compartir la calle con autos manejados por humanos e incluso trabajar codo a codo con una persona. “Se están haciendo robots con más sensibilidad, menos rápidos y más acolchonados para que puedan trabajar junto a un humano sin lastimarlo, son robots colaborativos”, explica Liste. Así fue que estos nuevos robots, más ágiles y perspicaces, comenzaron a ganarse el corazón de la gente. Los nuevos modelos experimentales incluyen a
humanoides como Atlas, cuadrúpedos como los perturbadores Spot Mini y especialistas en interacción como Pepper, entre otros. Pero no serán estos robots los que traerán problemas sino otros menos llamativos: los autos inteligentes y los chatbots podrían automatizar el 20 por ciento del empleo a escala global. “La creación de un robot multifunción podría cambiar el mundo completamente, pero mucho antes que eso vamos a tener otros problemas en los próximos 10 años. Están mejorando rápidamente y reemplazando cada vez a más gente”, destaca el docente de Robótica en la UBA.