Fiesta
El ramillete de manos extendidas hacia el cuerpo caliente del caballo habla de la ancestral fascinación del hombre por los animales. Son manos que buscan acercarse a la fuerza y al misterio de la bestia para participar de ellos, la misma pulsión que guía a quienes en San Fermín corren junto a los toros por las calles de Pamplona. En este caso, se trata de la festividad de Sant Jaume, en Menorca. Hay fervor y excitación en los rostros, y nadie parece preocupado por las patas del caballo, que galopa en el aire mientras alcanza una vertical tan perfecta como inquietante. ¿Podría estar en riesgo su estabilidad? La mirada del corcel, imperturbable, ajena, transmite control y dominio. La mirada de la amazona, también. Ambas se parecen: están más allá, miran algo que nadie allí puede ver. A juzgar por su expresión, eso a la jinete la acerca a un estado de gracia parecido a la felicidad. Ella sí parece haber alcanzado la majestuosidad y el misterio de la bestia.