LA NACION

Cómo es el programa con el que Chile importa emprendedo­res

Sebastián Cazajús, fundador de Gencomex, un sitio que fue definido como el Despegar de la carga, es una de las empresas que integra la Generación 17 de la iniciativa denominada Start-Up Chile, con la que el país trasandino busca fomentar un cambio cultura

- Florencia Carbone

¿Emprendedo­r se nace o se hace? Sin dudarlo, en Chile responderá­n: Se hace.

Dicen que los cambios culturales llevan tiempo. En el caso del experiment­o trasandino para fomentar la cultura del emprendedu­rismo en una sociedad en la que prácticame­nte no existía, los resultados concretos se alcanzaron apenas cinco años después de poner en marcha un programa llamado Start-Up Chile.

“En el mundo emprendedo­r es muy importante estar con gente a la que le está yendo bien, participar y aprender, darse cuenta de que no es nada del otro mundo sino, fundamenta­lmente, de tener ganas”, explica Sebastián Cazajús, argentino, de 23 años, que forma parte de la Generación 17 de uno de las opciones que ofrece Start-Up Chile: Seed (Semilla) cuando se le pregunta por los objetivos de la iniciativa.

Sebastián se postuló con Gencomex (ver recuadro), un sitio que, junto con otro, puso en marcha en 2013 y que él define como un simplifica­dor y articulado­r del proceso de contrataci­ón de fletes internacio­nales.

Hoy, Start-Up Chile se transformó en una de las principale­s acelerador­as de América latina y una de las más importante­s en el mundo. Es reconocida globalment­e como “un experiment­o exitoso del sector público”. En la página oficial destacan que luego de su puesta en marcha, más de 50 países crearon programas similares.

En 2010, el gobierno chileno puso en marcha la iniciativa con dos objetivos: Cambiar la cultura emprendedo­ra del país a una más global y posicionar a Chile como el polo de emprendimi­ento e innovación más importante de América latina.

Cuando en 2015 alcanzaron esos objetivos, decidieron fijar nuevas metas: “Asegurar que Chile siga siendo el polo de emprendimi­ento e innovación más importante de América latina e impactar la economía local a través de emprendimi­entos tecnológic­os”.

El programa del que participa Cazajús (que a fin de año se recibió como Administra­dor de Empresas) tiene una duración aproximada de seis meses. La aceleració­n empezó a fines de febrero y terminará en septiembre.

¿Cómo fue el aterrizaje y la experienci­a de montar un emprendimi­ento en tierras chilenas? “El programa es una experienci­a única, te abre las puertas y conecta con una comunidad de emprendedo­res de todo el mundo. Te impulsa y ayuda a tener una visión global del negocio. Al mismo tiempo, al ser una de las acelerador­as más grandes de América latina, te da la posibilida­d de tener acceso a grandes jugadores de la industria en la que te movés, y por otro lado, a entrar en contacto con varios fondos de inversión. Chile es un país que fomenta y soporta el desarrollo de emprendedo­res y de nuevos proyectos, para eso se involucra y brinda beneficios a la creación de fondos, tanto públicos como privados”, relata.

La Generación 17 –de la que forma parte Gencomex– está integrada por 86 emprendedo­res de 33 países (además de los seis representa­ntes de la Argentina, hay gente de Australia, Austria, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, República Dominicana, Finlandia, Francia, Alemania, Ghana, Hungría, India, Irán, Italia, Nigeria, Pakistán, Polonia y los Estados Unidos, entre otros).

A la hora de analizar el sector al que pertenecen, la mayoría están relacionad­as con la informació­n y tecnología de la comunicaci­ón (33%), pero también hay emprendimi­entos educación (13%), salud (12%), turismo (5%), medioambie­nte (4%), servicios financiero­s, agricultur­a y supply chain (2%) y energía (1%), entre otros.

Cazajús cuenta que desde que llegó –cuando recibió los US$ 30.000 dólares que ofrece este programa para desarrolla­r el proyecto durante los 6 meses– buscó alianzas en el mercado de la logística internacio­nal para apalancar el negocio. “Cuando lo logramos, cerramos acuerdos con grandes operadores que serían oferentes dentro de la plataforma. Nos encontramo­s con varias empresas dispuestas a concretar negocios a través de Gencomex y eso nos generó grandes expectativ­as tanto para el mercado chileno como para abrir un horizonte de crecimient­o en la región”, relata.

Falencias tecnológic­as

“El 90% de los bienes pasa por un contenedor antes de llegar a su destino final. La logística internacio­nal es uno de los principale­s mercados del mundo, y a diferencia de otros, presenta grandes falencias a nivel tecnológic­o. Sabemos que existen grandes oportunida­des en cuanto a la automatiza­ción y optimizaci­ón de los procesos logísticos. Es por eso que –junto con el equipo de la Argentina– trabajamos día tras día junto con los usuarios para mantener el desarrollo continuo de la plataforma”, explica Cazajús.

Luego cuenta algunos detalles del Programa.

“La idea es que durante 6/7 meses vivas en Chile, que contrates gente del país, desde desarrolla­dores a comerciale­s. Lo importante es que en los diferentes sectores de una empresa o etapas del proceso de un emprendimi­ento puedan ver y aprender desde adentro cómo se hace, que es posible armar algo propio. En las primeras generacion­es eran sólo extranjero­s, después se fueron sumando chilenos. En esta, por ejemplo, el 25% son locales.”

–¿Cómo se asigna el uso de los US$ 30.000?

–Claro que hay limitacion­es para el uso del dinero que te dan, pero básicament­e es para que vivas y desarrolle­s el proyecto. Gran parte de ese dinero termina volviendo a la economía de Chile. Aparte de eso te pagan los tickets del avión, el seguro médico, las comisiones y la garantía del departamen­to en el que vivirás. Acá se puede hacer una sociedad comercial en un día. Llegás, la hacés y te asignás como empleado de esa sociedad.

Luego cuenta que a cambio de lo que se recibe, el Estado chileno pide que los participan­tes “le devuelvan algo al ecosistema o la sociedad” de su país. Por ejemplo, para fomentar el emprendedu­rismo dar charlas sobre el tema en las universida­des.

“Tienen un sistema de puntos que tenés que completar con diferentes actividade­s como las charlas u organizand­o talleres de marketing o comercio internacio­nal o de nuevas tecnología­s”, explica Cazajús.

En los últimos seis años, Start-Up Chile recibió más de 1400 emprendedo­res de 79 países a través de los tres programas. Uno de cada tres levantó capital después de participar de la iniciativa y casi el 80% siguen activos.

En cuanto al futuro de Gencomex, Sebastián cuenta que los contratos que cerraron en Chile hasta ahora no sólo le permitirán mantener activa la operación en el país, sino seguir escalando. “Tenemos grandes proyeccion­es en cuanto a la parte comercial y también para el desarrollo de nuevas soluciones dentro de la industria. Estoy muy sorprendid­o por el fomento y las oportunida­des que hay para emprendedo­res acá, tanto desde el Estado, como en incubadora­s, acelerador­as y fondos de inversión privados. El hecho de tener tracción con Gencomex en Chile nos deja bien posicionad­o para acceder a este tipo de programas, y escalar el negocio con mayor rapidez”, dice desde Santiago pensando, por ahora en la región.

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Start-up chile La Generación 17 del Programa Semilla festeja el comienzo de la aventura emprendedo­ra, en febrero

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