LA NACION

El hombre cualquiera le ganó a Superman

- Cristian Grosso

Quizá otro arquero se hubiese hundido después de los cinco cañonazos de España. No ‘Willy’ Caballero, y ahí empezó a adueñarse de un puesto polémico. Jorge Sampaoli volvió de la última gira de su selección con la percepción de que había encontrado el arquero. Y terminó de convencers­e cuando semanas más tarde fue a visitarlo a Londres y descubrió a un hombre todavía inquieto por esos goles de Isco y compañía, pero no perturbado. Al contrario, con el aplomo y la rebeldía que el entrenador necesitaba detectar.

Sergio Romero iba por una marca sin antecedent­es: ser el arquero de la selección en el comienzo del tercer Mundial consecutiv­o. Ni el ‘Pato’ Fillol lo había conseguido. Un huesito suelto en la rodilla estalló el sueño. Solo el tiempo revelará que, incluso sano, a ‘Chiquito’ le esperaba el banco. Atajará Caballero, que también irá por otro récord: será el arquero argentino de más edad en un Mundial, con 36 años, 8 meses y 19 días ante Islandia.

El cuerpo técnico lamenta no haber creído antes en Caballero. Lo asume. En realidad, la selección tardó en apostar por él. Este tendría que ser su segundo Mundial, porque hace cuatro años brillaba en Málaga cuando Sabella eligió a Andújar y a Orion para escoltar a Romero en Brasil 2014.

¿Por qué, con solo 13 partidos esta temporada en Chelsea, será el titular? No es un registro condenator­io porque Romero había atajado apenas nueve encuentros en Monaco antes de Brasil, y aún así fue uno de los pilares rumbo a la final en el Maracaná. Atajar es importante, no excluyente. Si la única medida fuese la acción entre los postes, Franco Superman Armani no tendría contra.

Pero el arquero de Chelsea cuenta con la ventaja del estilo, juega con los pies mejor que el N°1 de River. En la búsqueda de la selección, la pelota descenderá muchas veces hasta Caballero y él marcará el primer rumbo del ataque. Y no es una acción cualquiera en la partitura del DT. Además, le sobra oficio y no le falta personalid­ad. Instalado hace 13 temporadas en el fútbol europeo, nadie podía competirle en ese plano.

Caballero ya sabe de qué se trata tomar un arco que nadie creía para él. Pese a que el Sub 20 de Pekerman trituraba a sus rivales, el DT cambió el arquero en medio del torneo: salió Lux y entró Caballero a partir de los 4tos de final de la Copa juvenil 2001. La Argentina se coronó campeona del mundo. Cuando Goycochea reemplazó al fracturado Pumpido en Italia 90, ese fue su tercer encuentro en la selección. Luego, se convirtió en héroe. Caballero suma tres partidos con el escudo de la AFA... Detrás del hombre cualquiera también puede latir un superhéroe.

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