El Papa pidió “no vender la identidad”
Envió un mensaje especial a 500 estudiantes del mundo reunidos en Buenos Aires
ROMA.– No “maquillar” la identidad, no “vender” la pertenencia a la propia historia y cultura, animarse a dialogar sin miedo con el otro, con el diferente, el desconocido, para enriquecerse. Fue el mensaje que envió ayer el Papa a los 500 estudiantes de 30 ciudades de todo el mundo reunidos en Buenos Aires en un encuentro organizado por la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes y la organización internacional de Educación ORT Mundial.
“Vos no podés andar negociando tu identidad para encontrarte con el otro, no podés maquillar tu identidad, no la podés disfrazar, porque la vida no es un carnaval, es algo muy serio”, dijo el Papa, en un videomensaje grabado en el Vaticano, en el que recordó la importancia de hacerse siempre una pregunta: “Yo, ¿quién soy?”
“Nuestra identidad no es un dato que viene dado, no es un número de fábrica, no es una información que puedo buscar en internet para saber quién soy”, indicó. Y subrayó la importancia de ser fieles a la coherencia y recordó que “no hay identidades de laboratorio”.
“Toda identidad tiene historia. Y al tener historia, tiene pertenencia. Mi identidad viene de una familia, de un pueblo, de una comunidad. Ustedes no pueden hablar de identidad sin hablar de pertenencia. Identidad es pertenecer”, afirmó.
Advirtió, además, del peligro de olvidarse de las raíces e historia. “Cuando una identidad se olvida de sus raíces, se olvida de dónde viene, de su historia, no se abre a la diferencia de la convivencia actual; ve al otro con miedo, lo ve como enemigo, y ahí comienza la guerra”, dijo. “Basta agarrar el diario de cada día o ver el teleinformativo: guerra pequeña al principio, casi imperceptible, pero grande y terrible en su final”, lamentó.
“Para que la identidad no se vuelva violenta, negadora de la diferencia, necesita del encuentro con el otro, del diálogo, crecer en cada encuentro y de la memoria de la propia pertenencia”, dijo.
Pidió no dejarse “embaucar” y cuidar su “identidad y pertenencia”, e invitó a los jóvenes a hacerse preguntas. “¿Yo vendo mi pertenencia? ¿Yo vendo la historia de mi pueblo? ¿Yo vendo la cultura de mi pueblo? ¿Yo vendo la cultura y lo que recibí de mi familia? ¿Yo vendo la coherencia de vida? ¿Yo vendo el diálogo con el hermano, aunque tenga ideas distintas, o hago ficción de diálogo? No vendan lo que es más hondo nuestro, que es la pertenencia, la identidad y que en el camino se hace encuentro de identidades diversas para enriquecerse mutuamente”, exhortó.