Más allá de la racha de Borré, River tiene menos poder de fuego que Boca
El colombiano está encendido, pero el equipo xeneize le lleva 7 goles de ventaja al millonario en el torneo, con más recursos en el área ajena
Wanchope Ábila es un tractor, optimista y vigoroso cuando llega al área. Tiene 4 goles por la Copa Libertadores y 13 en 28 partidos con la camiseta de Boca. De 29 años, nacido en Córdoba, sedujo a Guillermo Barros Schelotto con el transcurrir del tiempo.
Carlos Tevez es un símbolo, que trasciende la frontera del campo de juego. Lleva 3 tantos por la Copa y 71 en 196 partidos en tres etapas en Boca. A los 34 años, el ídolo surgido en Fuerte Apache no es titular: es imprescindible. Contra River juega en el subibaja emocional: 3 goles y 2 expulsiones.
Mauro Zárate se presentó en la Bombonera exclusivamente con la ambición de la gloria. Convirtió 3 veces por la Libertadores y 4 en 17 partidos en todos los ámbitos. De 31 años, nació en Morón, le marcó una herida a Vélez y suele jugar al solitario en el arte del ataque.
Cristian Pavón fue un valeroso corredor de las causas perdidas antes del Mundial y cayó en la intrascendencia detrás de Rusia. Hizo 3 tantos por la Copa y 29 en 105 encuentros en Boca. De 22 años, el cordobés es un puntero de los de antes, reconvertido por las necesidades del contexto actual.
Darío Benedetto se lesionó los ligamentos cruzados de la rodilla derecha en noviembre de 2017. Volvió, tropezó y, corajudo, se levantó otra vez. Consiguió 3 goles (en 41 minutos) por la Libertadores. Y lleva 38 en 52 actuaciones vestido de xeneize, con un promedio extraordinario: 0,73 por partido. De 28 años, el fino artillero nacido en Berazategui, pieza de salón en la semifinal con PalAportó meiras cuando reaparecían los miedos, no le marcó goles a River desde que está en la Ribera.
El 76% de los tantos de Boca en el certamen fue anotado por esos cinco delanteros. Sebastián Villa, influyente por las bandas, es vital en otros rubros, sea cuando es titular como cuando aparece como alternativa.
Lucas Pratto, extrañamente lejos del área, es una fiera que arropa al equipo en el esfuerzo y la contención. Ha hecho 3 goles por la Libertadores y 9 en 37 compromisos en River. De 30 años, nacido en La Plata, escondió el olfato por una versión solidaria.
Rafael Santos Borré es la sorpresa mayúscula del segundo semestre. 3 goles por la Copa y suma 13 en 52 partidos como millonario. River se aferra a su presente: el colombiano envió la pelota a la red en las últimas tres series de la competencia. De 23 años, el joven de Barranquilla es el primer defensor, pieza indispensable en la estrategia copera de Marcelo Gallardo. Convirtió ante todos los grandes; a Boca, en el verano, en el 1-0 de este año.
Pity Martínez transformó las críticas con la voracidad del talento y el desparpajo. Tiene 2 tantos por la Libertadores, el último, el penal de la angustia contra Grêmio, sellado con la frialdad de un cirujano. Lleva 31 en 157 juegos con la banda roja. De 25 años, nacido en Mendoza, criado en Parque Patricios, vuela contra Boca: 3 goles, ninguno en el Monumental.
Ignacio Scocco es el número 9 ideal según el gusto de la historia millonaria: es un fantasista en el área. Lleva un solo tanto por la Libertadores, de los 15 en 22 actuaciones en River, con un temible promedio: 0,68. De 33 años, el veterano nacido en Santa Fe es titular de vez en cuando.
Rodrigo Mora perdió terreno hace tiempo, pero su relación sentimental con el hincha se mantiene. Marcó 1 tanto por la Copa y suma 41 en 182 encuentros, en dos etapas. De 31 años, el uruguayo suma pocos minutos y mucho respaldo emocional.
El 71% de los goles de River en el certamen fue aportado por esos cinco delanteros. Exequiel Palacios y Juan Fernando Quintero marcaron uno cada uno. No son atacantes, sus vuelos van por otros aires, pero suelen ser determinantes en la zona de peligro.
Al superclásico del fuego en el área, a primera vista, lo gana Boca. Más goles, más recursos y un poderío extraordinario a la hora de la verdad. Suma 21 tantos en 12 partidos (12 como local, 9 como visitante), recuperó a Benedetto y es el tercer equipo más goleador, detrás de Grêmio (24) y Palmeiras (22). Todo un símbolo el caso del conjunto gaúcho: señalado como una formación fría, mañosa, capaz de despertar ira en eso de hacer tiempo, es el equipo que más veces vulneró los arcos.
River pierde en el juego de opuestos en el área. Anotó apenas 14 goles en 12 partidos (8 como local, 6 como visitante), con una curiosidad: en cinco ocasiones no convirtió, casi un 50% de la aventura hacia la final. Pero es un astuto especialista en el mano a mano.