Estaciones inteligentes, la propuesta alemana para el subte
TransporTe. Asociada con la Deutsche Bahn, Metrovías quiere extender la concesión; a fin de año expira el contrato actual
BERLÍN.– En Hauptbahnhof, la estación central de trenes de esta ciudad, los pasajeros están habituados a convivir con las columnas rojas y azules que suelen verse en los andenes y los halls de acceso. Cada tanto alguna persona se arrima y presiona el botón “SoS”, para pedir asistencia, o el de “INFo”, si necesita información sobre la red, el estado del servicio o el recorrido de la formación a la que subirá minutos después. Suena lejano, pero esta tecnología podría llegar al subterráneo porteño a partir del año próximo.
Estaciones inteligentes con conexión wifi, aplicaciones móviles para consultar el estado de la red, puertas de acrílico que reemplacen los molinetes, la posibilidad de abonar el pasaje con tarjeta de crédito o débito y hasta sensores de proximidad en los andenes que detectan cuáles vagones están llenos y cuáles no son parte de las propuestas de la oferta realizada por Metrovías, la actual concesionaria del servicio, con el asesoramiento técnico de la alemana Deutsche Bahn (DB). El objetivo es renovar el vínculo con el transporte que moviliza a más de 1.300.000 pasajeros por día desde enero próximo cuando finaliza el contrato actual.
Metrovías tiene la explotación del servicio desde 1994 y pertenece al Grupo Roggio, cuyo dueño, Aldo Roggio, renunció al cargo de presi- dente por la causa de los cuadernos de las coimas en la que está siendo investigado.
¿Por qué no se hicieron antes estas inversiones? Desde la empresa justificaron que la emergencia ferroviaria decretada en 2002 prohibió las inversiones y discontinúo el plan de modernización iniciado en 1994.
El contrato expiró en diciembre pasado, pero la Legislatura porteña aprobó una prórroga de un año, hasta el 31 de diciembre próximo, para finalizar el proceso de licitación que tiene otras dos empresas interesadas. El 1º de enero debería entrar en vigor un nuevo contrato, pero podría haber una nueva postergación de algunos meses, una alternativa que ya evalúa el Ejecutivo.
Varios interesados
Por lo pronto, el 15 de noviembre una comisión evaluadora anunciará cuáles son los oferentes que superen la parte técnica para sumergirse en las propuestas económicas. Además de Metrovías/DB, los grupos franceses RATP Dev Argentina (que opera el subte de París) y Keolis (responsable del metro de Lyon) están interesados en quedarse con el servicio por doce años, con una posible extensión por otros tres.
Deutsche Bahn es la principal operadora ferroviaria de Alemania y realizó proyectos en más de 100 países. En la Argentina, ya presta servicio de carga, y trabaja en la posibilidad de brindar la logística a una empresa finlandesa que planea instalar una pastera en Uruguay.
Hace pocas semanas su director ejecutivo para América Latina, oliver Pietz, estuvo en Buenos Aires para seguir de cerca el avance del proceso de licitación. La propuesta apunta a una transformación digital del subte. Suena lejano y utópico aplicarlo en una red con múltiples deficiencias, por ejemplo, en la línea E, una de las que peor funcionamiento tienen de acuerdo con la opinión de los usuarios. Para los técnicos e ingenieros, es posible.
Según Metrovías y DB, en la primera etapa las estaciones inteligentes serán 20 y luego se sumarán las 66 restantes. En los accesos se prevé instalar un tótem digital como el de las estaciones alemanas, con los botones de asistencia e información que se podrá solicitar en forma inmediata; para las personas con disminución visual se está estudiando una herramienta virtual que funcione como guía de audio.
En la oferta, las empresas se comprometen a sustituir los molinetes actuales por compuertas de acrílico que, además de ser más veloces, permiten medir y bajar el nivel de evasión. La evasión diaria, o los pasajeros que viajan sin pagar boleto, es del 4%, unas 50.000 personas por día, que implica una pérdida de $625.000. También proponen reemplazar las terminales de carga e incorporar la tecnología para abonar los pasajes con tarjeta de crédito o débito.