Una visita a Buenos Aires de tan solo 24 horas
Llegará el jueves 29 a la noche, para asistir al día siguiente a la reunión del G-20 y regresar a la noche del 30
WASHINGTON.– El presidente Donald Trump llegará a Buenos Aires la noche del jueves 29 del actual para participar de la cumbre de líderes del G-20 y partirá de regreso 24 horas después, luego de la cena de gala en el Teatro Colón, dijeron a la nacion altos funcionarios vinculados con las negociaciones de la visita del mandatario republicano.
En principio se había informado que Trump iba a llegar el jueves temprano y permanecería hasta el mediodía del sábado 1° de diciembre. Sin embargo se habría resuelto en las últimas horas el adelantamiento de su partida de Buenos Aires, ante la posibilidad de viajar a México para asistir a la asunción del presidente electo Andrés López Obrador, una posibilidad que ayer desde México ponían en duda.
La agenda del presidente de EE.UU. cambia hora tras hora, y todo lo negociado y armado por sus equipos de la Casa Blanca y del Departamento de Estado se puede desvanecer en un instante por los cambios de humor de Trump, reconoció un alto funcionario. Según las fuentes consultadas en esta ciudad por la nacion, el presidente Trump viajará con su esposa, Melania Trump, y llegará a Buenos Aires en la noche del jueves 29. La agenda que están gestionando se comprime a 24 horas, para participar en las reuniones del G-20 y en algunos encuentros bilaterales. Esas reuniones incluyen un encuentro con Mauricio Macri y también con el líder chino Xi Jinping.
En el gobierno argentino la expectativa, e incluso las negociaciones de la agenda con sus contrapartes norteamericanas, era que Trump pudiera permanecer más tiempo, para tener encuentros más extensos y una agenda más amplia. Pero los cambios de planes obligarían a tener poco más que un apretón de manos, dijeron las fuentes. La idea original era que aterrizara en Buenos Aires el jueves temprano para mantener un almuerzo o cena con Macri.
Pero Trump no será el único líder en Buenos Aires. El viernes 30, cuando comience la cumbre –concluye formalmente el 1° al mediodía–, estarán en la capital argentina los 20 mandatarios más importantes del mundo, entre ellos los de Rusia, Vladimir Putin; China, Xi Jinping; Francia, Emmanuel Macron; Gran Bretaña, Theresa May, y Japón, Shinzo Abe. Con esa constelación de líderes, las bilaterales durante la cumbre serán muy limitadas.
Hasta anoche, la información de la Casa Blanca que se disponía en Washington era que el presidente republicano participará en la gala en el Teatro Colón y en la cena posterior en el mismo teatro, que Macri y su esposa, Juliana Awada, ofrecerán a los visitantes. La intención de Trump es saludar después al personal de la embajada de EE.UU. y partir al aeropuerto, indicaron las fuentes.
Una de las razones de un regreso en la noche del viernes sería poder asistir en México a la asunción de López Obrador. Esa información no fue confirmada, pero tampoco rechazada. Quien sí confirmó su asistencia fue el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo, que también asistirá a la cumbre del G-20 junto a Trump. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, participará unas horas en la cumbre y partirá por la tarde del viernes para entregar el poder a su sucesor López Obrador horas después.
Estados Unidos negocia con China un encuentro de Trump con Xi Jinping. Primero iba a concretarse la noche del jueves 29, luego por pedido de Trump se habría pasado a una cena el 1° de diciembre, tras el cierre del G-20, y ahora parece limitarse a un encuentro más reducido durante el desarrollo de la cumbre. El jueves ambos líderes hablaron por teléfono y acordaron reunirse en Buenos Aires, según el diario South Chine Morning Post.
La intención de la administración macrista es que durante el encuentro con Trump, Macri agradezca formalmente el apoyo brindado durante la crisis cambiaria que permitió alcanzar un acuerdo con el FMI y luego ampliar el monto de la ayuda financiera. En el menú de temas a tratar también se incluye el posible ingreso de la Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); la crítica situación política y social en Venezuela y en Nicaragua, y la agenda de cooperación energética y de seguridad.