Piazzolla, en un retrato íntimo y artístico a la vez
Todos los domingos de noviembre, a las 22, se prolonga en el auditorio del Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415) la vigencia de uno de los mejores documentales argentinos estrenados este año. Piazzolla, los
años del tiburón es el resultado del acercamiento, entre la curiosidad y la fascinación, a la vida y a la obra de un artista que se resistió con todas sus fuerzas a quedar etiquetado y a la vez mantuvo con algunos de sus seres más cercanos un vínculo marcado muchas veces por la rigidez y la intransigencia. El melancólico relato de sus hijos (Daniel y la ya fallecida Diana) transforman aquella tensión vital en la materia prima de un retrato personal y creativo apasionante, lleno de revelaciones e imágenes jamás vistas hasta ahora. Entre ellas se destaca un detalle muy poco conocido: el desencanto que Piazzolla jamás pudo superar tras la dolorosa comprobación de que en su amada y soñada Nueva York jamás conseguiría ser reconocido. El ojo sensible del realizador Daniel Rosenfeld supo darles sentido a todos esos apuntes a priori dispersos.