Padres organizados: el origen del grupo que exige la vuelta a clases
Se conocieron por Twitter, redactaron una carta pública y sumaron adhesiones; les preocupa el impacto emocional del aislamiento
Se conocieron por Twitter. Desde que empezó la cuarentena obligatoria por la propagación del nuevo coronavirus, los seis fundadores de Padres Organizados –María José Navajas, Florencia Gutman, María Victoria Baratta, Gonzalo Garcés, Gustavo Pablo Magda y Quimey Lillo– comenzaron a comunicarse a través de esa red. Publicaban notas, estudios y opiniones sobre los efectos negativos del cese de la presencialidad educativa en los niños. El diálogo se volvió cada vez más fluido, hasta que decidieron organizar un Zoom para escribir en conjunto una carta abierta dirigida al gobierno nacional para exigir la vuelta a las aulas de todos los alumnos y que se declare la emergencia educativa. El documento se publicó en las redes el 16 de septiembre y alcanzó las 6000 adhesiones a los pocos días. Hoy, luego de haberse reunido con funcionarios del gobierno porteño y de haber convocado a una manifestación federal, el grupo afirma que aún siente “gusto a poco”. A pesar de que la Ciudad habilitó hace una semana el regreso a la presencialidad de los alumnos de todos los niveles, para Padres Organizados los avances todavía son escasos.
“Recibimos con mucha alegría las primeras noticias de aperturas. Llegamos a creer que este año iba a haber una normalización, por lo menos parcial, de las escuelas. Pero ahora nos enteramos de que lo único que se les ofrece a nuestros hijos es entre uno y cinco encuentros hasta fin de año”, manifiesta Garcés, de 45 años, miembro fundador del grupo y padre de tres hijos, de cinco, 15 y 17 años. Escritor de profesión, empezó a publicar en favor de la apertura de las escuelas al notar los efectos emocionales que el aislamiento estaba generando en sus hijos, especialmente en los dos más chicos.
El viernes próximo, sus hijos comenzarán a asistir a la escuela una vez por semana, por una hora y media. “Parece una burla. Abren los teatros, los casinos, se permite que la gente viaje parada en el colectivo, pero casi no hay escuelas. Los políticos se llenan la boca hablando sobre la importancia de la educación. Pero la realidad muestra que no les importa”, opina Garcés.
Sus fundadores describen a Padres Organizados como una agrupación apolítica. Los seis dirigentes –Navajas, historiadora; Magda, arquitecto; Gutman, diseñadora; Lillo, comunicadora; Baratta, historiadora y docente, y Garcés– fueron convocados a una reunión por el Ministerio de Educación porteño después de que se viralizó la carta.
“Nos informaron lo que ellos tenían en carpeta. Nos contaron sobre la vuelta escalonada y parcial que está ocurriendo ahora. Nosotros les contestamos que eso no era suficiente, que era necesaria la declaración de la emergencia educativa”, detalla Navajas, de 45 años, vocera de Padres Organizados.
Unmesdespués,elgrupoorganizó una manifestación frente al Ministerio de Educación de la Nación, que contó con el apoyo de varios grupos de estudiantes de nivel secundario y superior. La manifestación tuvo réplicas en Resistencia, Córdoba, San Miguel de Tucumán, Santa Fe, Rosario y Reconquista. Esas marchas fueron impulsadas por grupos que se mantienen bajo los mismos lineamientos básicos que Padres Organizados. Algunos incluso tomaron el mismo nombre.
Navajas se ocupa de mantener la relación con estos padres de otras ciudades, con quienes comparten un grupo de Whatsapp. Los pedidos varían según la localidad, pero todas las agrupaciones comparten un mismo reclamo: la declaración de la emergencia educativa y de la educación como actividad esencial.
“Todos sentimos gusto a poco. En nuestro caso, creemos que si bien el gobierno porteño ya habilitó la vuelta de todos los niveles, en la práctica los logros son muy pocos. Muchas instituciones están dilatando los planes para reincorporar a los estudiantes, especialmente a los más chicos, que son los que más necesitan las clases presenciales”, comenta Navajas.
El retorno a las aulas, afirma, quedó a criterio de cada institución y los márgenes que tienen para decidir si sus estudiantes se reincorporan o no a la presencialidad son demasiado amplios.
A pesar de su disconformidad, Padres Organizados no convocará a más movilizaciones. Aprendieron, después de su única experiencia de manifestación, que no tienen la estructura o el apoyo necesario para impulsar una marcha. Sin embargo, confían en la influencia que generan a través de las redes.
La agrupación tiene una cuenta de Twitter (@Padresorg), su principal red social, en la que tienen más de 4000 seguidores. También tienen una cuenta de Facebook, mail e Instagram. Esta última surgió el sábado pasado y ya ha recibido unos 200 mensajes, afirma Raquel Gallardo, la encargada del Instagram de la agrupación.
“Nos llegan mensajes de apoyo, de gente que quiere colaborar, especialmente de madres. La mayor preocupación que tienen es la incertidumbre con respecto al año que viene. No ven indicios de que las clases vuelvan a la normalidad para febrero, cuando empiece el ciclo lectivo”, detalla Gallardo. Y agrega: “Hay mucha incertidumbre. Si la educación no es declarada esencial, la vuelta a las clases va a estar constantemente condicionada por la situación epidemiológica”.
Padres Organizados está planeando un nuevo proyecto, pero sus fundadores todavía no quieren adelantar información al respecto. Según Navajas, el grupo aún no ha terminado de definir su hoja de ruta, aunque seguramente la va a dar a conocer en los próximos días.