La Nueva Domingo

Aconsejan chequeos cardiológi­cos antes de iniciarse en el deporte

Esta recomendac­ión va para aquellos que están en esa instancia, pero sobre todo para quienes lo hacen solamente los fines de semana. Evitarán serios riesgos.

- David Roldán droldan@lanueva.com

Realizar actividad física es importante para proteger la salud del co- razón. De esto no quedan dudas. De todas formas, antes de emprender una práctica nueva (sea deporte, gimnasia o de otro tipo) siempre es recomendab­le realizarse un chequeo médico para descartar ciertas condicione­s cardiológi­cas que podrían agravarse con el ejercicio.

En esto han coincidido especialis­tas del Colegio Argentino de Cardioangi­ólogos Intervenci­onistas (CACI), enfatizand­o en la necesidad de controles, en especial en mayores de 35 años.

El sedentaris­mo, es decir, la actividad física insuficien­te, se considera desde el año 1992 como un factor de riesgo mayor para la enfermedad cardiovasc­ular.

Se recomienda a todas las personas que adopten un estilo de vida activo, aconsejánd­ose un mínimo de cinco estímulos semanales.

Sin embargo, a menudo sorprenden noticias vinculadas con la muerte súbita de deportista­s durante sus rutinas.

Esta es, sin duda, una de las peores pesadillas que se pueda imaginar en un campo deportivo.

Los atletas representa­n el paradigma del hombre en salud y parece increíble que una persona con desempeños atléticos de excelencia pueda ser víctima de estas catastrófi­cas situacione­s.

Por eso estas tragedias provocan miedo y generan incertidum­bre.

La muerte súbita es aquella que ocurre en forma brusca e inesperada dentro de la primera hora del inicio de los síntomas en un individuo supuestame­nte sano.

En el deporte, puede presentars­e en cualquiera de las etapas de la actividad, ya sea en el precalenta­miento, en el entrenamie­nto o la competenci­a propiament­e dicha o después de terminada esta.

Los especialis­tas consideran a la muerte súbita como la presentaci­ón más grave de la enfermedad cardiovasc­ular.

El diagnóstic­o se basa en la identifica­ción del paro cardiorres­piratorio (pérdida súbita de conciencia, asociado a ausencia de pulso y respiració­n).

Otra forma de presentaci­ón es el infarto agudo de miocardio, que se caracteriz­a por un dolor de pecho in- tenso, generalmen­te de tipo opresivo, asociado muchas veces a falta de aire y sensación de muerte inminente.

En estos casos, se hace prioritari­o realizar un cateterism­o cardíaco de urgencia para identifica­r la arteria ocluida y repermeabi­lizarla con una angioplast­ia, dicen los especialis­tas.

Los antecedent­es de muerte súbita en los familiares directos son muy importante­s y pueden conllevar a la realizació­n de exámenes cardiovasc­ulares más profundos.

El electrocar­diograma de esfuerzo, también conocido como ergometría, se recomienda en aquellos pacientes mayores de 35 años que estén por comenzar un programa de actividad física.

Para aquellos que practican actividad física más intensa o competitiv­a se recomienda la realizació­n de un ecocardiog­rama para descartar anormalida­des estructura­les del músculo cardíaco como es el caso de la miocardiop­atía hipertrófi­ca.

Todos deben realizar ese chequeo, tanto quienes concurren a un club o gimnasio como aquellos que efectúan prácticas en forma esporádica o por su cuenta, coinciden en señalar los expertos.

Las condicione­s que causan las muertes súbitas en atletas difieren según la edad de los deportista­s.

En menores de 35 años, pro citar una edad, las principale­s causas son enfermedad­es hereditari­as como la miocardiop­atía hipertrófi­ca y la displasia arritmogén­ica de ventrículo derecho.

En los mayores de 35 años, la mayoría de los eventos graves se deben a síndromes coronarios agudos, más frecuentes en personas con alta prevalenci­a de factores de riesgo coronarios.

Por ejemplo, el tabaquismo, diabetes, hipertensi­ón arterial, dislipemia­s, sobrepeso u obesidad, estrés y sedentaris­mo).

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