Más impuestos, menos ventas: los principales desvelos de los empresarios para este año
La mayoría de los hombres de negocios de la ciudad y la zona advierten que la suba de la presión fiscal y la caída en la actividad es el peor escenario posible.
Subas de impuestos, caída de ventas y falta de financiamiento son los principales desvelos de los empresarios de cara a este año, de acuerdo con una encuesta cualitativa realizada entre 150 empresas locales y de la zona de todos los sectores por el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía BlancaArgentina (CREEBBA).
En su informe, el Centro de estudios local individualizó cuales son los principales escollos que ven los hombres de negocios para este recién iniciado 2021.
Así, el 68 por ciento de los consultados declaró que la mayor presión fiscal es el principal inconveniente que avizora para este año, seguido de la caída de las ventas (42%), la falta de financiamiento o su alto costo (30%), los problemas derivados del abastecimiento, como mayores costos o dificultades con la entrega de mercadería (29%), los aumentos salariales (27%), los controles de cambios, como el cepo al dólar (20%) y la intensificación de la competencia.
Con relación a los resultados de 2020, respecto a los márgenes de rentabilidad, la mayoría de los consultados (33%) notó una disminución fuerte de los mismos.
Por otro lado, el 30% manifestó una caída moderada en su rentabilidad y un 21% afirmó que sus márgenes fueron constantes a lo largo de 2020.
Por ultimo, un 11% registró un aumento fuerte y el 5% restante un aumento moderado.
“Es importante remarcar que, teniendo en cuenta estos porcentajes, más del 60% de los empresarios sufrieron algún tipo de merma en sus ganancias. Respecto a las empresas que manifestaron una mejora, el 11% afirmó observar un fuerte aumento y el 5% restante un aumento moderado”.
Los economistas del CREEBBA indagaron acerca de las inversiones realizadas a lo largo del año que se fue. Así, el 68% respondió haber llevado a cabo alguna inversión durante el transcurso del año, siendo el rubro Servicios el de mayor preponderancia.
En general fueron destinadas a la mejora de la tecnología y/o bajar costos.
En segundo lugar, las inversiones se dedicaron a la compra de maquinarias para ampliar capacidad productiva.
Otros ítems mencionados como motivos de inversión fueron la ampliación de las instalaciones y la capacitación de personal.
También se trazaron perspectivas a futuro. “En relación a las inversiones para el corriente año, el 54% de los empresarios no tiene previsto realizarlas. Dentro del 30% que sí realizará alguna inversión, un gran número de los consultados tiene planeado plasmarlas en forma de nueva tecnología, con el fin de bajar costos y en nuevas maquinarias, ampliación o mejora de las instalaciones”.
La mayoría de las empresas que van a realizar inversiones pertenecen al sector Servicios.
Balance 2020
Los empresarios bahienses comenzaron el año 2020 con una caída marcada en su actividad, en comparación al último bimestre de 2019, con una tendencia regular en su situación general.
Asimismo, todos los sectores (Comercio, Industria y Servicios) mostraron resultados negativos en sus saldos de respuesta (diferencia entre respuestas positivas y negativas).
Respecto de las expectativas, las mismas no eran alentadoras para los meses venideros.
El bimestre marzo-abril marcó el comienzo del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) y, como consecuencia, el cierre de la mayoría de los comercios y empresas.
De esta manera, la situación empeoró seriamente, no solo a nivel local sino también nacional, pasando el saldo de respuesta a representar una tendencia desalentadora.
Realizando un análisis histórico, se destaca que dicho bimestre fue el de mayor caída de la actividad económica relevado por elCREEBBA desde que comenzó sus mediciones en 2003.
Más del 60% de los empresarios sufrieron algún tipo de merma en sus ganancias en el año que se fue.
Para este año, el dato desalentador es que el 54% de los empresarios no tiene previsto realizar nuevas inversiones.
Durante mayo y junio la situación general mostró un repunte moderado (pasando de desalentadora a regular), aunque manteniéndose en niveles negativos.
La mejora observada se encuentra relacionada con la habilitación de ciertos rubros y el aumento en las ventas.
Sin embargo, las expectativas se mantuvieron en terreno negativo.
En definitiva, el primer semestre de 2020 fue malo: la caída en la actividad de principios de año se profundizó a raíz de la pandemia por Covid-19 desde el mes de marzo y su consecuente interrupción de la actividad económica.
Se debe resaltar que durante los seis primeros meses todos los empresarios intentaron, al menos, mantener sus planteles de personal.
El bimestre julio-agosto mostró una ligera recuperación luego de un semestre de baja actividad, aunque los empresarios manifestaron encontrarse por debajo del nivel observado durante igual bimestre julio-agosto del año anterior.
Más allá de esta mejora, el saldo de respuesta continuó dentro de los valores negativos.
Septiembre y octubre fueron meses ligeramente mejores en comparación a los anteriores, según las respuestas relevadas: el indicador de la situación general pasó de regular a normal y el nivel de ventas mejoró, con la apertura casi total de los comercios y empresas.
En términos sectoriales, Comercio fue el único que no presentó una recuperación durante este bimestre.
La mejora observada se sostuvo a lo largo de los últimos dos meses del año, presentando el indicador de situación general su mejor resultado (aunque con un valor negativo).
"En resumen, el año 2020 estuvo marcado por una retracción en la actividad (presente desde el año anterior) que se profundizó como consecuencia de la aparición de la pandemia Covid-19 en marzo", concluyeron los economistas del Centro de Estudios local.
El segundo semestre exhibió algunas señales de repunte, pero las mismas no fueron suficientes para revertir la coyuntura económica negativa.
"Además, las proyecciones para 2021 no son positivas debido a varias cuestiones, como el grado de incertidumbre reinante y el tipo de cambio, entre otras", adelantaron.
El peor desde 2002
Golpeada por la pandemia y las medidas sanitarias, la actividad económica argentina acumuló durante 2020 una caída del 10% con relación al año anterior, el peor resultado desde 2002, informó el INDEC.
Si bien el derrumbe de la actividad fue menor al esperado y estuvo por debajo de la proyección del Presupuesto 2021 -en mayo la caída acumulada había llegado al 12,7%-, la cifra es comparable al 10,9% de baja verificado en 2002, cuando la Argentina atravesaba la peor crisis económica, social y política de toda su historia.
Desde abril, en plena pandemia y por las medidas sanitarias, la economía empezó a profundizar la contracción que ya venía acumulando desde finales de 2017, el último año de expansión.