Betiana Blum llega a Bahía con “Yo amo a Shirley Valentine”
Betiana Blum llega con Yo amo a Shirley Valentine, un éxito que te invita a reírte durante una hora y media, pero fundamentalmente a sentir con el corazón.
Desde las 21.30. La reconocida actriz se presenta en el Don Bosco con su obra Yo amo a Shirley Valentine.
Betiana Blum forma parte del grupo de actores que quedaron marcados a fuego en la historia del cine nacional gracias a su participación en la genial Esperando la Carroza (1985).
Esa película hot es indiscutible, tanto por su ritmo, intencidad y humor, como por no tener fecha de vencimiento. Como todos los clásicos.
Sin embargo, hace 31 años las cosas eran distintas, nadie imaginaba lo que finalmente resultó. Pero eso lo contará Betiana Blum unas líneas más adelante.
Esta noche llegará con Yo amo a Shirley Valentine, desde las 21.30, en el Teatro Don Bosco. Es una comedia mundialmente conocida escrita por el prestigioso autor británico Willy Russell.
Es un maravilloso viaje de una ama de casa que aprende a encontrarse a sí misma.
"La obra comienza con una ama de casa que pela papas y que habla con la pared. Entonces uno se ríe. Enseguida te das cuenta de que no está hablando sólo de ella, si no de todos nosotros", cuenta Betiana. -¿Quién no habrá soñado con romper con la rutina?
-Es un tema muy profundo. Toda nuestra vida llena de luz y extraordinaria se transforma de repente en una rutina, en la que parece que ya está todo dado y todo hecho, en la que no hay nada nuevo, nada que hacer más que esperar.
"Muchas veces no nos damos cuenta y de repente tenemos todos nuestros horarios organizados. Otro tema es el miedo a nosotros mismos", aclara. -No nos valoramos.
-¿Cuántos de nosotros podemos decir con sinceridad "yo me amo, me valoro, me cuido"? No nos valoramos. Quizás nos damos un premio por lo que hacemos o por lo que tenemos, pero no nos valoramos por lo que somos.
-Generalmente las obras de arte que llegan al corazón de la gente representan temas comunes a la mayoría. ¿Este es el caso de "Shirley Valentine"?.
-¿Quién no se habrá sentido identificado con el aburrimiento de la rutina? ¿Quién puede decir con la verdad que se valora a sí miso? -¿Es una obra filosófica? -No para nada. No es una obra para pensar, sino que es una obra para sentir. El personaje es muy simple, habla desde un lugar tan verdadero y tan directo que es imposible no identificarte.
El diálogo propio
-Shirley comienza la obra pelando papas y hablando con la pared. Es como cuando cada uno de nosotros charlamos en silencio con nosotros mismos.
-El autor logra un personaje muy directo con esta ama de casa. Es muy fuerte la imagen de una persona aburrida pelando papas y hablando con la pared. ¡Y no habla hace poco, sino que hace años! Terrible.
"Lo genial también es que el espectador se rie una hora y media sin parar. Está presentada de una manera en que es imposible no reirse, porque cuando algo te toca, te reis. Es imposible quedarse afuera de lo que ella plantea".
Un salto al vacío
-Para romper con la rutina hay que tener mucho valor, es arriesgarse, como un salto al vacío.
-Lo conmovedor de esta mujer tan sencilla y tan simple es cómo va transcurriendo su historia hasta el final, que es una historia de éxito. Porque a las cosas uno las hace como puede, con equivocaciones y tropiezos. Es ahí donde uno dice bueno, simplemente hay que dar el primer paso como uno pueda en la dirección buscada.
-Hace casi un año que estás con la obra ¿se te acerca gente del público a decirte que va a cambiar con su rutina?
-Mucha gente me dice eso. Si vos vieras cómo se van cuando termina la obra, lo que pasa en la sala, lo que se rien y lo que se conmueven. Eso es lo genial, se ríen mucho y les toca el corazón. Por algo es un éxito mundial la obra y se sigue representando con mucho éxito.
La obra maestra
--En el momento de rodar Esperando la carroza, hace ya 31 años, imaginaste que se iba a convertir en una película clave para el cine nacional. -Nadie se lo imaginó. Imposible. -Cómo era el contexto en aquella época.
-Fue muy hermoso, funcionábamos como una familia. Nos organizabamos para almorzar juntos, había un clima muy cordial y hermoso. Sobre todo porque había personas con un gran senti-