Expectativas desde el sector privado
"Durante 2016 mantuvimos obras por casi 15 mil m2 y este año tenemos emprendimientos por una cantidad similar. Hemos mantenido, el año pasado, la misma cantidad de operarios. Como desarrolladores consideramos importante una buena ubicación de los edificios para favorecer a los inversores", opinó Enrique Wasserman, de la firma Galak-Wasserman SA
"Este año será, con suerte, similar al anterior. Con los costos de construcción actuales, muy altos en dólares y cercanos al precio de venta, el negocio tiende a achicarse al no existir una ganancia lógica. El inversor busca negocios con rentabilidad más atractiva. En este mercado menor, no va a haber lugar para improvisados", afirmó por su parte el arquitecto Marcelo Soteras, de Fideurbana Desarrollos.
"El 2016 fue un año muy particular, con un cambio de modelo económico y de variables de juego. Las primeras medidas trajeron una retracción y la inversión en ladrillos se vio contraída. Creo que tocamos fondo en agosto pasado y a partir de allí comenzaron a vislumbrarse indicios de reactivación y mejora en algunos aspectos de la macroeconomía. La obra pública y la inversión privada liberarán en 2017 la reactivación, pero es clave que se logre controlar la inflación, el impuesto más recesivo que existe", sostuvo Pablo Rueda, de Rueda & Asociados.