La Voz del Interior

Policías saltaron detrás de un prófugo y debieron ser hospitaliz­ados

El joven de 17 años pidió ir al baño y logró saltar a través de una pequeña abertura. Dos policías que intentaron perseguirl­o resultaron lesionados.

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

Un joven de 17 años que se encontraba detenido por un asalto logró escaparse en las últimas horas del hospital Rawson, de la ciudad de Córdoba, donde se encontraba alojado para unos estudios médicos. Por el momento no fue recapturad­o por la Policía. Para lograr escapar, el muchacho saltó desde la pequeña ventana de un baño de la habitación del segundo piso donde se encontraba.

Los dos policías que lo cuidaban, en tanto, resultaron lesionados en el marco de la persecució­n y ahora se evalúa si les correspond­e alguna sanción interna.

Por un lado, uno de los agentes se fracturó la tibia y el peroné al lanzarse por la misma ventana y caer mal al suelo en medio de la oscuridad.

En tanto, el otro efectivo se dobló un pie y no pudo seguir corriendo.

Sobre ambos uniformado­s se abrió un sumario administra­tivo interno, aunque no se encuentran por ahora bajo ninguna sanción o situación pasiva, ya que no pudieron declarar ante el Tribunal de Conducta Policial y Penitencia­rio, precisamen­te por las lesiones que presentan, informaron fuentes oficiales.

No es la primera vez que se registra una fuga de un detenido en un hospital cordobés y menos aún de ese centro de salud, ubicado en el Polo Sanitario de la Bajada Pucará.

Dos custodios

Pese a que hasta ahora no hubo informació­n oficial por parte de la Policía ni de la Justicia provincial, fuentes policiales reconocier­on que esta última evasión se produjo en la noche del miércoles último en el pabellón número 6 del sector de internado del hospital Rawson, próximo al Hospital de Niños.

En una cama de ese sector se encontraba S.N.O., un adolescent­e de 17 años que estaba detenido por robo calificado, a disposició­n del Juzgado Penal Juvenil 6, Secretaría 6.

El muchacho había llegado al centro de salud por una dolencia en horas de la siesta.

“Lo custodiaba un agente de policía y un rato más tarde llegó otro efectivo. Eran dos. El joven no se encontraba con medidas de sujeción, es decir, no estaba esposado”, reiteró una fuente con acceso a la causa.

Pasadas las 21 de ese día, el detenido pidió pasar al baño del in- ternado.

Los dos uniformado­s se quedaron en la sala, de acuerdo con la que consta en una primera versión oficial.

En esas circunstan­cias, el muchacho logró trepar y escabullir­se hacia el exterior a través de un pequeño ventiluz del sanitario. Luego, saltó al vacío y comenzó a correr. El baño está ubicado en un segundo piso.

Al descubrir la fuga, uno de los agentes decidió no perder tiempo y arrojarse también por la pequeña ventana del segundo piso: cayó mal y sufrió fractura de tibia y peroné.

Su compañero también saltó y se lesionó una rodilla, también por una mala caída.

El joven, acusado por el Juzgado Penal Juvenil, escapó, finalmente, mientras que los uniformado­s tuvieron que recibir atención médica.

A más de 48 horas de su insólito escape, aún no fue recapturad­o.

Uno de los policías saltó detrás del joven qUe escapaba y se fractUró tibia y peroné. otro agente terminó lesionado en la rodilla.

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(LA VOZ / ARCHIVO) Dos pisos. El adolescent­e logró escapar tras pedir pasar a un baño para internados en el hospital, desde donde se arrojó a la calle.

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