Una dificultad muy planificada
MáS QUE SI LOS COLECTIVOS SON MáS LENTOS O MáS RáPIDOS QUE ANTES, LO QUE SE MUESTRA SON LAS POCAS ALTERNATIVAS PARA MOVILIZARSE.
En 2011, un trabajador y lector de este diario –bajo el nickname “Dado”–, escribía en La Voz: “Somos muchos los que hacemos uso de la ciclovía de la avenida Monseñor Pablo Cabrera. Ayer 20 de enero, cuando me dirigía hacia mi trabajo en los Boulevares, me di con que ya no podía circular porque la ciclovía está bloqueada y no hay otra opción para circular en bicicleta (...) Estaría bueno que nos expliquen a todos los trabajadores que nos movilizamos por este medio cómo ir al trabajo sin morir en el intento”.
Aquella obra vial en la red de acceso a la ciudad borró de un plumazo varios kilómetros de ciclovía camino al aeropuerto. De allí en adelante –salvo el intento aislado de algunas cuadras de Nueva Córdoba y el reiterado anuncio de construir 42 kilómetros nuevos y recuperar los 108 existentes– la posibilidad de activar las mejoras en la infraestructura urbana para movilizarse en dos ruedas no asoma en la agenda oficial.
El pésimo estado de las ciclovías de la ciudad es una muestra. Apenas una. Hay muchos factores que conspiran desde hace décadas para llegar a la situación que reflejamos hoy en la sección Ciudadanos, en las páginas 18 y 19. Allí se muestra que en moto o en bicicleta se llega más rápido al Centro que, por ejemplo, en ómnibus. Pero a un precio muy elevado: el alto riesgo de circular en calles que sólo están preparadas para los vehículos de cuatro ruedas.
Más que cuánto se tarda o si los colectivos son más lentos o más rápidos que antes, lo que se muestra son las pocas alternativas de los cordobeses para movilizarse.
En la edición de ayer reflejábamos el caos de tránsito que reina en numerosos sectores, y que se notaba aun antes de las múltiples obras públicas en marcha.
La responsabilidad es compartida: la desidia absoluta de los conductores complementa todo lo que no se hace desde el Estado.
Se trata de una situación que ya nos parece natural. Publicamos estos informes con la esperanza de que deje de serlo.