La Voz del Interior

Una fábula de cómo se oprime al desvalido

Esta noche se estrena en DocumentA Escénicas la obra “La piel en llamas”, del dramaturgo catalán Guillem Clua.

- Beatriz Molinari bmolinari@lavozdelin­terior.com.ar

El director Vladimir Vera la describe como “una narración distópica sobre el abuso de poder”.

Vladimir Vera siente que Córdoba es una referencia desde siempre en su vida. El director venezolano dirigió el mítico grupo Rajatabla años atrás, territorio del cordobés Carlos Giménez. Vladimir fue el único director estable después de la muerte de Giménez y la primera obra que montó con Rajatabla fue La piel en llamas.

El actor Diego Balaguer la vio en Caracas y le dijo que quería hacerla en Córdoba. Este año, el director vino al Festival de Teatro Breve y se entusiasmó mucho con la idea de hacer teatro aquí.

El deseo de Balaguer se cumplió. Vladimir Vera hoy estrena junto con elenco cordobés La piel en llamas, del catalán Guillem Clua. Con respecto a los aciertos del texto, Vladimir señala: “Es una narración muy distópica sobre el abuso de poder y cómo los gobiernos oprimen al desvalido. No dice si es Vietnam, Venezuela o Siria, no es una guerra determinad­a. Clua sitúa a los cuatros personajes en un mismo espacio, pero con dis- tintas temporalid­ades. Dos parejas hablan. Una lo hace horas antes que la segunda. Están los cuatro en escena. Es una dramaturgi­a de vanguardia, más cercana al teatro alemán. La obra fue un éxito a nivel mundial. Es extraño que no se haya montado en Argentina, así que este es el estreno de la obra de Guillem Clua en Argentina”, dice.

La obra ganó el premio a mejor texto en el off de Londres, fue nominada en el off de Nueva York, se presentó en Madrid y Caracas.

“En Barcelona tienen un concepto muy alto del teatro argentino. Es una marca. Lo que sale de aquí es muy potente, así que Guillem está emocionadí­simo”, comenta Vladimir, que estudió con Clua cuando el dramaturgo no era conocido. “Ahora es un boom. Está trabajando en la productora El Deseo, de Pedro Almodóvar”, dice.

En La piel en llamas, cuatro personajes ocupan la escena y dialogan entre sí: Frederick Salomon (Diego Balaguer), fotógrafo premiado por una imagen de una niña en el aire con la piel en llamas, vuelve al país donde 20 años antes había tomado la fotografía. Vuelve allí para recoger un premio, ya que muchos lo consideran clave en los recientes esfuerzos para conseguir la paz en el problemáti­co país; Hannah (Mariana Bonadero), una reportera del único diario abierto de un país en descomposi­ción, no está de acuerdo. Los dos debaten y cuestionan el papel de Naciones Unidas en su relación con los países del Tercer Mundo, el merchandis­ing de las imágenes violentas y, por encima de todo, qué ocurrió exactament­e el día en el que se tomó la foto.

Simultánea­mente, en el mismo espacio, tiene lugar la historia de otra pareja, pero esta no es consciente de la presencia de la otra.

El doctor Brown (Francisco Bruzzone), un miembro fiel del partido, hace una visita de rutina a una mujer local, Ida, cuya hija está en coma en un hospital de la ciudad. Ida (Natalia Sara) ofrece sus favores sexuales a cambio del tratamient­o médico que puede salvar la vida de su hija.

El director adelanta que la obra tiene suspenso, un rasgo narrativo del dramaturgo que se ha dedicado a escribir guiones de telenovela­s.

“Es una obra para comentar a la salida, porque plantea hipótesis que no cierran. El espectador es parte activa”, dice Vladimir.

Por otro lado, confiesa que, cuando estaba en Rajatabla, una de sus aspiracion­es artísticas era la obra del escenógraf­o cordobés (por opción) Rafael Reyeros, creador de la escenograf­ía de El coronel no tiene quien le escriba, una de las grandes puestas del grupo caraqueño. “Es el honor de la vida trabajar con él y con Cristina Morini. Ha creado una escenograf­ía totalmente distinta de la versión de La piel en llamas de Venezuela. El cuarto es un rombo de tules quemados que da la idea de que lo privado se hace público y no debiéramos estar mirando eso”, comenta Vladimir. Sí mantiene la música original compuesta por Eduardo Bolívar, miembro fundador de Rajatabla.

Vladimir Vera (1978) es director teatral y cinematogr­áfico. En 2003 fundó en Venezuela el grupo Teatro Forte, con el que también dirigió en Barcelona, España. Actualment­e reside en Santiago de Chile. En el período 2013/2014 fue director artístico del grupo de teatro Rajatabla.

Guillem Clua (1973), Barcelona, España. Licenciado en Periodismo en la Universita­t Autónoma de Barcelona (UAB), inició su formación en escritura en la London Guildhall University (Londres) en 1994. Actualment­e es considerad­o una de las voces más innovadora­s y versátiles del teatro de su país.

 ?? (PRENSA “LA PIEL EN LLAMAS”) ?? El elenco. Mariana Bonadero, Francisco Bruzzone, Natalia Sara y Diego Balaguer.
(PRENSA “LA PIEL EN LLAMAS”) El elenco. Mariana Bonadero, Francisco Bruzzone, Natalia Sara y Diego Balaguer.

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