Yoga revitalizante
Por Edith Peacok, instructora de Yoga La primavera es la estación más energética de todas. Es por eso que podemos revitalizarnos y ganar energía para lo que resta del resto del año. La práctica del Saludo al Sol es lo que la mayoría de los profesores e instructores de yoga insisten en inculcar a sus discípulos y la más aconsejable para esta estación porque: Fortalece el sistema digestivo. Masajea todas las vísceras. Mantiene órganos en su lugar. Mejora la memoria. Mejora la piel. Previene la caída del cabello. Limpia los pulmones. Desintoxica la sangre. Combate la hipertensión. Calienta las extremidades. Fortalece los sistema nervioso e inmunológico. Además, en esta estación solemos tener la ira está a or de piel. Para descargar esta emoción y otras que nos afectan y soltar las energías negativas, la práctica del Hacha es la mejor opción.
Saludo al Sol
Inhalá y exioná la pierna izquierda, llevando la derecha hacia atrás, con las manos apoyadas en el suelo.
Reteniendo la respiración, llevá la pierna derecha hacia atrás, con la espalda recta y la vista hacia el piso.
Exhalá y bajá las rodillas al piso, apoyando la frente en el mismo. El cuerpo debe quedar apoyado en ocho puntos: la frente, el pecho, las rodillas, los pies y las manos.
Inhalá estirando los brazos y arqueando la espalda, mirando hacia arriba si no tenés problemas con las vertebras cervicales.
En una exhalación, elevá la cadera, con la cabeza alineada con los brazos.
Inhalá llevando el pie derecho hacia adelante, entre las manos y, luego, el izquierdo, enderezando las rodillas y manteniendo la cabeza abajo. Exhalá.
Despacio, incorporate inhalando y llevá brazos y manos hacia arriba y hacia atrás unidos. Repetí la secuencia, pero empezando con la pierna izquierda. El Hacha
De pie, con los pies separados a la distancia de caderas, llevá las manos hacia abajo y, desde allí, juntándolas, comenzá a inhalar, elevándote, curvando la columna hacia atrás.
Retené el aire y exhalá soltando la sílaba “J”. Dejá caer las manos con energía por entre las piernas. Incorporate vértebra por vértebra. Podés repetir si lo necesitás