Flores eternas
Han llegado flores para vos este año. Tus hijos, una amiga o ese amante compañero, enamorado como desde el primer día, te ha sorprendido esta mañana con un ramo inmenso como un festival de fragancia. ¿Cómo se hace para que tanto amor presente dure un poco menos que la eternidad?
Observá que estén lo suficientemente maduras pero no pasadas.
Los pétalos deben estar coloridos, con sus bordes en buen estado. Si no están en su punto o no abren, o lo hacen sin color, duran poco.
El empaque es muy importante para que las flores y los tallos no sufran daños.
Una vez en casa, colocá las flores -aún envueltas- en agua limpia para que la absorban.
Luego de unos momentos, ponelas en un florero bien limpio.
Para lograr una mejor conservación, incorporá preservante (alimento) para flores cortadas, cuidando la dosificación aplicada.
Antes de colocar las flores en el florero, recortá oblicuamente unos 3 cm de los tallos con un cuchillo afilado.
Los narcisos requieren un tratamiento especial porque segregan una sustan- cia nociva para otras flores. Separalos de las otras especies durante un día entero para poder combinarlos luego.
Los tallos no deben desgajarse ni aplastarse, ni siquiera cuando son duros. Tampoco debe rasparse la corteza.
Para no acelerar la contaminación del agua, no sumergas las hojas en el agua del florero.
Si utilizás preservantes, procurá añadir gradualmente agua limpia en el florero, a medida que se vaya consumiendo. Si sólo hay agua, cambiala en su totalidad cada dos días.
Por la noche, colocá las flores en el ambiente más fresco de la casa, o bajá la temperatura del ambiente.
Las flores cortadas no soportan bien la luz directa del sol ni las corrientes de aire. Jamás pongas frutas cerca de las flores porque el etileno que la fruta produce, acorta considerablemente la duración de vida de las flores. No olvides que un sitio encima de la calefacción tampoco es el más adecuado.