EL CHIKUNG
El chikung es un método popular proveniente de China que se basa en la respiración consciente para el cultivo de la salud. Los ejercicios de chikung suelen ser suaves pero realizan un trabajo intenso. Se combinan respiración y meditación y de esa manera activan el metabolismo. Una parte fundamental de esta práctica es aprender a regular la mente para lograr paz y armonía en las emociones. Las metas generales son la salud, la buena forma física, la longevidad, el cultivo de las facultades y finalmente la realización espiritual. Sus ejercicios pueden ser practicados por personas de toda edad, sexo y sin condición física y emocional. A través de sus movimientos simples, suaves y circulares se favorece la relajación del cuerpo y de la mente, y el corazón se apacigua. Al mismo tiempo, se estimula la flexibilización y lubricación de las articulaciones y se fortalecen músculos y tendones. Mecánicamente, los movimientos de chikung estimulan la función de los órganos (pulmones, estómago, hígado, intestinos, riñones, etc.) ya sea a través de torsiones, giros, compresiones, o de una manera tan sutil como el masaje que el diafragma le realiza a las vísceras en su movimiento de subida y bajada en la inspiración y espiración.
Problemas puntuales En adultos cuyo deterioro cognitivo se va deteriorando por la enfermedad, sumado a otros estados anímicos, es importante que puedan compartir un espacio donde sean mirados y escuchados, tengan la posibilidad de sentir y reencontrarse con su propio cuerpo, registrando tensiones, prestando atención a su modo de respirar y sentir su musculatura, su estructura ósea, su piel. Esto se logra al estimular el hemisferio cerebral a través de ejercicios que implican coordinación y lateralidad. En aquellos adultos cuyo deterioro es mayor, ayuda mucho más fomentar el contacto con el otro a través de la mirada, de la voz y del tacto, con suaves toques y masajes recorriendo y estimulando determinados puntos de acupuntura según la Medicina Tradicional China. La música también es un canal que favorece la relajación, estimulando la sensibilidad y percepción. Estas son herramientas que se pueden aplicar a toda edad y en todos los lugares.
Ejercicio "Levantar el cielo"
De pie, con los pies paralelos y las brazos al costado del cuerpo, relajarse. Colocar las manos en ángulo recto mirando hacia adentro del cuerpo con los dedos casi tocándose .
Subir los brazos describiendo un arco, al tiempo que se inspira por la nariz .
Cuando los brazos lleguen arriba, contener la respiración uno o dos segundos, haciendo presión hacia arriba como si se estuviera “levantando el cielo”.
Bajar los brazos a los costados y exhalar suavemente por la boca, visualizando, si es posible, una escena positiva.
A partir de la posición inicial, inclinarse hacia delante de manera que las manos caigan un poco por debajo de las rodillas, llevando la cabeza un poco hacia arriba de tal modo que toda la espalda forme una curva suave.