Ralph
THE ONE AND ONLY
No existe nadie que no reconozca ese famoso logo del jugador de polo con el taco en alto arriba del caballo. Ralph Lauren es una marca registrada que representa a un ícono del diseño, de la creatividad y del famoso "sueño americano".
Ralph Lifschitz nació en Nueva York el 14 de octubre de 1939. Todos los conocen por ser un exitoso diseñador de moda y por su empresa Ralph Lauren Corporation. En el año 2018, la Revista Forbes lo situó en el puesto 71 de los 100 estadounidenses más ricos. Es el cuarto y último hijo de un matrimonio de inmigrantes judíos rusos nacido en el Bronx. El pequeño Ralph lo tenía claro. Cuando alguien le pregunto qué quería ser de grande, él contestó sin pestañear: “Millonario”.
Ralph estudió economía en el City College de Manhattan, pero poco después de graduarse se retiró de sus estudios. Tras casarse con Ricky en 1964 y vender para las tiendas
Brooks Brothers y para un fabricante de corbatas, se inspiró y diseñó su propia línea. En 1967, a los 28 años, fundó la marca Polo y montó su propia boutique de corbatas. El camino hacia el éxito había comenzado y cinco años más tarde, tras la gran acogida de sus propuestas masculinas, presentaría su primera colección femenina.
Desde entonces, la expansión conocida por la empresa que además de moda vende estilos de vida –en complementos y productos de todo tipo, desde decoración hasta accesorios para mascotas–, no ha encontrado límite. Su camino es infinito de creatividad y éxito, concretando el famoso “sueño americano”. Ralph Lauren es una marca de ropa, es una marca de decoración, es un perfume, es un estilo de vida, es un restaurante, es una marca registrada asociada al éxito y la personalidad. El documental Very Ralph hace ver la verdera biografía de un genio creador, un padre de familia y el legado de un soñador, emblema de Estados Unidos.
Desde 1997 cotiza en la Bolsa de Nueva
York y factura 6.730 millones de dólares anuales. Fue uno de los primeros diseñadores estadounidenses en abrir una tienda en Europa (en París, en 1981); en convertir una marca de ropa en una firma de “lifestyle”.
Fue capaz de construir una compañía global y multimillonaria, celebrar y definir la iconografía de América, y acuñar una identidad visual reconocible en cualquier lugar del planeta. El personaje es una perfecta conjunción del arte, pero no solo eso, también es un gran coleccionista y amante de los autos.
Ya que entre las colecciones más importantes de autos del mundo, hay una que se distingue por su excelencia y buen gusto, y es la de Ralph Lauren.
Hace unos años presentó toda la colección en París en el Museo Deocrativo, asombrando a todos sus invitados con una calidad y escenografía que sorprendió al mundo entero. En ese momento, tuvimos la oportunidad de entrevistarlo y allí nos contó que su pasión por los autos se remontaba a su infancia en Brooklyn.
“Tenía probablemente cerca de cuatro años cuando comencé a fantasear con la idea de manejar mi propio auto. Como mis piernas no eran lo suficientemente largas para siquiera tener mi pie cerca del pedal del auto de nuestra familia, me sentaba en el sofá del living y tomaba algo que hiciera de volante imaginario y simulaba conducir, eso me daba satisfacción. Aquella temprana pasión de sentarme tras el volante de un auto no fue satisfecha hasta que tuve alrededor de 23 años y compré el primero. Fue un Morgan 4-4 color crema modelo 1961, un convertible con una correa en el capó y asientos de cuero rojo. Conducía por la ciudad de Nueva York y sentía que estaba en un sueño. El chico del sofá tenía finalmente sus ruedas.”
“Los autos y el polo se refieren ambos a velocidad, destreza y a la belleza de un pura sangre, pero ninguno ha tenido una relación predominante en lo que hago. Utilicé el nombre “Polo” justo cuando comencé ya que estaba diseñando solo para hombres y tiene ese espíritu internacional sofisticado. Me inspiran
“LOS AUTOS QUE COLECCIONO TIENEN UN ESTILO ATEMPORAL, LO CUAL ES JUSTAMENTE A LO QUE
ASPIRO EN MIS DISEÑOS.”
diferentes cosas – gente, lugares, películas viejas, tazas y llantas de autos, un dibujo, una fotografía, la voz de Frank Sinatra, y mi propia vida. No pienso en “marcas”. Lo que hago siempre se refiere a vivir. Cuando diseño pienso en el hombre o en la mujer. En el lugar donde viven, en lo que leen, en los autos que manejan, sus hijos, sus perros, sus casas, sus sueños. Alguien dijo alguna vez que escribo a través de mi ropa. Y pienso que lo hago. Para mí comienza en las personas, y a eso aspiro para crear calidad de vida que nos muestre diferentes experiencias que sean vividas y sentidas. Nunca diseñé para la obsolescencia, la carrera constante por lo que viene no me interesa. Valoro lo que ya estuvo, y la cosas que permanecen y son atemporales.”
Ralph no es un personaje cualquiera, su sensibilidad y éxito lo transforman en un ícono de la industria del diseño en el mundo. Siempre bronceado, vistiendo prendas de algodón o jeans, el clan de los Lauren ha presumido de naturalidad: “Hice prendas para mi mundo, trabajé sobre lo que conozco. Sé qué hacen las mujeres, los hombres y los niños cada día. Y supe que tenía que hacer prendas que pudieran ‘vivirse’”.
No ha seguido tendencias, simplemente ha sido fiel a su propio estilo y forma de vida, simple y elegante. Una marca registrada, un nombre poderoso, un clásico que ha hecho siempre las cosas a su manera. Un conservador, pero también un pionero. El alma máter de un sueño americano, que tal como dijo él, transforma el espíritu más mundano y cotidiano en algo totalmente memorable…