¿Prevención o sanción?
Consultada Eve Flores sobre la necesidad de encarar actividades preventivas o de concientización o sancionatorias a través de la inclusión de la sextorsión como delito en el Código Penal, sostuvo que “no tenemos delitos de género. En el Código Penal se incorporó el agravante de femicidio. Desde hace unos años hay otro proyecto que reprime la sextorsion como delito informático. Pero el fenómeno es más amplio y las conductas son variadas. Se pueden ejercer a través del uso de tecnología, de relaciones laborales, académicas e interpersonales”. Y añadió: “Hace falta, ante determinadas conductas, que exista la sanción penal. Pero, en el mientras tanto, lo que hace falta es comenzar a hablar de estas cosas, no aceptarlas como patrones de conductas que no pueden cambiar. Desmitificar que son cuestiones naturales. Si suceden es porque responden a patrones estereotipados y a relaciones asimétricas. Esto ayudará a que las mujeres que se enfrentan a estas situaciones puedan documentarlas de algún modo, para eso son útiles las redes y las nuevas tecnologías. Las huellas que se dejan no se borran jamás, siempre es posible recuperarlas”. de ley para que sea un hecho típico. Tuvo media sanción del Senado a mediados de los años 2000 pero no pasó Diputados. En España sí lo es.
—¿Se pueden probar esas conductas?
—Es un modo de abuso de poder. La sextorsión, desde una concepción amplia, es una forma de corrupción. Lo que la distingue de otras manifestaciones es el componente sexual. Es más evidente la corrupción cuando hay pago o cobro de dinero, pero cuando hay favor sexual a cambio es más sutil. Le cuento una experiencia: cuando era ayudante fiscal, hace varios años, me tocó ver en algunas comisarías el trato de los jefes a las mujeres policías. No eran abusos sexuales, pero sí eran miradas o gestos. Si la mujer policía reaccionaba o ponía límites recibía sanciones no escritas. Las mandaban a la cancha para controlar un partido de fútbol. Para esas mujeres significaba salir de su casa el domingo, dejar a los hijos y la familia. En aquel tiempo ese trato ni siquiera se cuestionaba. Las mujeres policías no se quejaban porque de otro modo venía la recriminación y el castigo.
—¿Cómo es posible extirpar esas actitudes?
—Con perspectiva de género. Cuando hay una relación asimétrica de poder en la cual uno abusa de otro y responde a patrones estereotipados. Es un prisma para discutir las conductas que son naturalizadas, tanto en ámbitos públicos como privados. Tenemos que visibilizarlas. Cuestionarlas. Por qué quien participa de una carrera artística o académica tiene que aceptar que la vía para crecer tiene que pasar por aceptar el trato asimétrico.