Banca de la Mujer: la gran ausente en el debate sobre aborto
En pleno auge de los temas ligados a la “agenda de género” y la llegada al Senado del proyecto sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) con media sanción de Diputados, las integrantes de la comisión parlamentaria Banca de la Mujer pensaron que había llegado una buena oportunidad para visibilizar su trabajo. Pero no será así. La vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Gabriela Michetti, decidió no remitirles el tema pese a que entre sus competencias figuran los temas vinculados a “cuestiones de salud que afecten específicamente a las mujeres y cuestiones penales que afecten a las mujeres”, entre otras.
Creada hace diez años como una comisión especial, la Banca de la Mujer está integrada por todas las legisladoras del cuerpo. Gracias a la ley de cupo femenino, que establece que al menos el 30% de las listas electorales deben estar cubiertas por mujeres, la presencia femenina en el Senado hoy se ubica por encima de ese porcentaje, con el 41% del total.
La comisión que ahora preside la catamarqueña Inés Blas (FpV) recién logró convertirse en permanente en 2011, aunque, según recuerdan algunas integrantes, en sintonía con el inicio del tercer período del kirchnerismo era más un reducto de apoyo político a la mayoría peronista que al tratamiento de temas de género. En ese contexto se creó el Premio Evita Compañera en reconocimiento a mujeres de todo el país que “mejor hayan representado el ideario de la señora María Eva Duarte de Perón como símbolo de abnegación, entrega, esfuerzo, solidaridad y renunciamiento a títulos y honores”. Aun con el cambio de gobierno se mantiene la distinción cada 22 de agosto.
Matías Pellegrini, director de análisis político de la fundación Directorio Legislativo, destacó la elaboración de leyes como la eliminación de la figura del avenimiento del Código Penal, la modificación de la ley de trata, la ley para incorporar la licencia laboral para mujeres que sufren violencia, la ley de protección de víctimas de delitos, entre otras. “Son leyes que van detrás de reclamos populares. El Congreso no está a la vanguardia de la legislación, y en el caso del aborto es muy notorio con la presión popular”, evaluó.
Para Patricia Arrechea, secretaria de la Comisión, la clave del trabajo es “el respeto”. Según comentó, “todas toman nota del comentario que hace el resto, todas avanzan hacia el mismo punto. No hay temas políticos, están todas compenetradas para que a la mujer le vaya bien”, destacó en diálogo con PERFIL. Es así como algunas senadoras –por lo bajo– renunciaron a reclamar el tema del aborto para la comisión con tal de apurar el trámite. El virtual sacrificio no tuvo sentido porque se envió a otras comisiones como Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales, alejados del espíritu de la defensa de las políticas de género. por ciento del total de los miembros de la Cámara alta son mujeres. Todas integran esta comisión.