Aliados para la igualdad
niños y niñas de 6 a 10 años se vinculan con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, que evidencia el decreciente interés de las niñas por las matemáticas a medida que avanzan en el trayecto escolar. Eso refuerza la brecha de género y disminuye las oportunidades laborales para las mujeres en el ámbito de la ciencia y tecnología.
Casi el 50% de los padres en Ciudad de Buenos Aires cree que hay diferencias de desempeño entre niñas y niños en materias relacionadas con ciencia y tecnología. Entre ellos, la mayoría considera que los varones tienen mejor rendimiento en tecnología e informática que las mujeres.
Los adultos podemos influir positivamente en esta construcción con actividades culturales, artísticas y de entretenimiento que les permitan acceder a contenidos científicos y tecnológicos y así eliminar las barreras que impiden a las niñas el desarrollo de su potencial. Algunas propuestas para lograrlo:
Extraescolar: incluir visitas a museos de ciencias, planetarios y espacios para aprender haciendo, que potencien la apropiación de tecnologías digitales y el pensamiento científico de un modo creativo, lúdico, social y experimental.
Modelos a seguir: dar visibilidad a los modelos femeninos en Steam. Muchas chicas creen que estas disciplinas son masculinas. Pueden acceder a biografías de mujeres exitosas en estas áreas, películas, series, etc.
Jugar y aprender: hacer foco en iniciativas, programas y hasta videojuegos que estimulen el acercamiento a la programación de la mano de la animación, la creatividad y el recurso lúdico.
Cuanto antes, mejor: comenzar desde edades tempranas para aprovechar el entusiasmo y la permeabilidad para adquirir estos contenidos.
Ni blanco ni negro: evitar las divisiones de juegos o juguetes, ropas o colores, actividades y actitudes por considerarse “de nenas” o “nenes”. Al mismo tiempo, es conveniente evitar la visión de que hay asignaturas más apropiadas para un género que para otro. Las Steam no deben describirse como “difíciles” o “solo para inteligentes”.
Ellos y ellas: estimular que participen en actividades conjuntas de chicos y chicas. La diversidad de miradas e ideas enriquece el intercambio y mejora la percepción de unas y otros. El problema de género involucra tanto a las niñas como a los varones.
El paradigma binario de una cultura que indica “cómo son y deben ser” los hombres y las mujeres va dejando lugar a tendencias que anuncian más libertad de elección, autonomía e igualdad. Se vislumbran nuevas concepciones culturales, nuevas infancias y formas de ser padres y madres. Nos encontramos en un terreno fértil para que niñas y niños puedan desarrollarse plenamente en un contexto más diverso, más libre e inclusivo en donde cualquier actividad, interés o profesión puede ser “para ellas y para ellos”.