Perfil Cordoba

Preguntas pendientes

- POR DAMIáN TABAROVSKY

El libro de Tamar, de Tamara Kamenszain, recienteme­nte publicado por Eterna Cadencia, es extraordin­ario en más de un sentido, o tal vez, en todos los sentidos. No es casual que en algún momento el texto se detenga en Black out de María Moreno: ambos libros redefinen el género autobiográ­fico, en un cruce, o mejor dicho, en un choque, en el que las esquirlas toman restos de lo autobiográ­fico, pero también de la biografía de otro, del ensayo crítico, de la novela –en un caso– y de la poesía –en el otro.

La biografía del otro en Kamenszain es la de Héctor Libertella, biografía de su relación amorosa –la relación amorosa entre dos escritores–, de su divorcio –el momento en que las estéticas se bifurcan– y más tarde, la biografía de la memoria compartida, de lo que fue y de lo que no pudo ser. Esos son, creo, los temas centrales del libro. Sobre eso debería ocuparse quien escriba una reseña, quien lleve a cabo una recensión. Y es correcto que así sea. Pero El libro de Tamar puede leerse también como un ensayo biográfico sobre los problemas teóricos de cierta tradición de la escritura argentina posterior a los 60 –de la más interesant­e tradición posterior a los 60– que Kamenszain nombra más de una vez bajo el rotulo de “textualism­o” o de “formalismo puro y duro”: por entonces “el enemigo eran para nosotros ‘los temas’, los ‘referentes’, los ‘contenidos’”. ¿A quién alude ese “nosotros”? No solo al par Kamenszain-Libertella, sino más allá, a una época, una constelaci­ón de nombres y lecturas, un mundo al que se accede bajo la llave secreta del schibbolet­h.

Como un ejercicio de hermenéuti­ca, Kamenszain interpreta el poema que Libertella le dejó por debajo de la puerta en nombre de la tensión irresuelta entre el textualist­a y la vida, entre el que no se atreve a decir “yo” (o lo dice de forma balbuceant­e, fallida) y la posibilida­d de ir hacia un “yo” después del textualism­o: “Escribo que quiero ir más allá del libro/me imagino moviéndome/ hacia otra vida, otro libro”. La de Kamenszain es algo así como una teoría del “yo” luego del textualism­o. No una vuelta a un “yo” ingenuo, como si nada hubiera pasado, como si entremedio no hubiera tenido lugar esa vanguardia teórica (la “teoría”), sino que se trata de la búsqueda de un “yo” que lleve en la memoria esos combates y que sin embargo no dude en afirmarse en una primera persona. Allí reside el interés mayor del Libro de Tamar (y también de Black out): en soltarle la mano al textualism­o, llevando al mismo tiempo su capacidad estratégic­a en la memoria.

Lo que busca Kamenszain (y Moreno) no es solo salir del texualismo, es perforarlo. Disolverlo desde dentro: “En la concepción misma del término ‘escritura’, que nos había unido como pareja militante del formalismo puro y duro, estaba implícito que escribir no es lo mismo que comunicar y, de hecho, hoy algo de esa convicción todavía me resuena, aunque ya no a la manera programáti­ca que nos hacía alucinar con un mundo de la escritura un poco esquizofré­nico, capaz de funcionar al margen de la comunicaci­ón.”

Si la escritura incluye hoy la posibilida­d de comunicar, queda pendiente la tarea crítica por la pregunta acerca de qué significa comunicar. Kamenszain se detiene antes de esa pregunta, y no hay porque pedirle que la responda. Su radio de acción es otro. La pregunta queda pendiente para nosotros.

 ??  ?? TAMARA KAMENSZAIN
TAMARA KAMENSZAIN

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina