“las personas somos el eslabón más débil de la seguridad digital”
El argentino acaba de recibir el premio levchin 2018 por crear algunos de los códigos de protección hoy centrales de la web.
Aunque muy pocos saben de qué se trata, todos los usuarios de internet del planeta la utilizan a diario. Entrar al e-mail, comprar online o consultar el saldo bancario sin criptografía sería imposible. “Hoy estas técnicas ya forman un pilar de internet. Sin ellas retrocederíamos treinta años y no tendríamos correo seguro, ni redes sociales ni e-commerce. No podríamos usar nada que requiriera claves”, le resumió a PERFIL el doctor Hugo Krawczyk, uno de los máximos expertos mundiales en este campo.
Nacido en Argentina, egresado del colegio Carlos Pellegrini, Krawczyk estudió matemáticas en la UBA hasta que emigró a Israel, donde completó sus estudios en el prestigioso Instituto Technion. Luego hizo su doctorado en la Universidad de Princeton e ingresó a trabajar en los laboratorios de IBM hace más de dos décadas. Allí se especializó en la teoría y desarrollos prácticos de la criptografía.
Actualmente es investigador del centro Thomas Watson y acaba de recibir uno de los galardones más importantes de la especialidad: el Premio Levchin 2018, “por el desarrollo de esquemas criptográficos para el mundo real”.
Esta medalla no es novedad: durante su larga carrera profesional creó y desarrolló algunos de los conceptos de seguridad hoy centrales de la web, incluyendo el protocolo Secure Socket Layer (SSL) y las ideas y estándares sobre las que se desarrollan las Virtual Private Networks, que hoy toda gran empresa les exige usar a sus empleados remotos. Krawczyk también fue responsable de desarrollos matemáticos y tecnológicos que terminaron en el código de programas populares –hoy seguros– como WhatsApp y Facebook Messenger, entre otros softwares de chateo. Vulnerables. A pesar de los avances en seguridad digital, casi a diario los medios dan cuenta de nuevos “bugs” y hackeos. Según este experto, “eso ocurre porque no existe un sistema perfecto, sin debilidades. Pero buena parte de los problemas pasa por las imperfecciones del ser humano. “Somos el eslabón más débil de la cadena: elegimos contraseñas débiles y las repetimos en diferentes servicios. Además, las olvidamos y hay que tener sistemas de reposición que también pueden fallar”.
Otro tema que destacan los expertos es que las mejores herramientas de seguridad son complejas de usar por el usuario común. Para Krawczyk, eso es cierto. “Las que tenemos o son rudimentarias o no son simples de usar. Y a los mejores