¿Mega Cristi o Mauri Clásica? Un fast food para digerir la rivalidad
Cerrar la grieta política parece una tarea imposible en nuestro país, en el que los conflictos entre diferentes bandos se remontan a sus inicios. Sin embargo, una nueva oferta gastronómica se anima a ella y ofrece una carta de la que pueden disfrutar peronistas, macristas y hasta massistas.
“En un pedido de una misma familia encargan la hamburguesa de Mauricio Macri y la de Cristina Kirchner, la grieta está en el propio grupo familiar y nuestra idea no es marcarla aún más sino que, en vez de discutir de política en la mesa, se puedan reír de ello con nuestro menú y aflojar las tensiones que producen esas peleas”, explica Jonathan Ponisio, quien en febrero inauguró La Grieta Burger en La Plata.
Militantes y simpatizantes de la ex presidenta Cristina Kirchner pueden elegir hamburguesas como Cristi Clásica y Mega Cristi. También hay menú K para los más chicos de las familias, que pueden optar por la Qunita Burger o la Qunita Pata, en referencia a los kits del Plan Qunita que creó la ex presidenta en su gobierno para asistir a los recién nacidos.
En cambio, los partidarios de Cambiemos pueden seleccionar en la carta los combos Super Mauri y Lili Krispy, y es de este color político la hamburguesa que más se vende: “En estos 15 días hay una hamburguesa que se convirtió en la número uno, la más vendida por amplia diferencia, y es la Mariu Xtreme. En los pedidos queda en evidencia que a la gobernadora la quieren mucho”, cuenta Jonathan sobre el menú que hace alusión a María Eugenia Vidal.
Este combo, que viene con doble carne, queso cheddar, bacon y huevo frito, cuesta $ 190 y es el más costoso de La Grieta Burguer. A pesar de que hay opciones como el Triple Sergio (en referencia a Massa), que cuestan menos y son más grandes, los comensales optan por la hamburguesa de la gobernadora bonaerense.
Jonathan es venezolano y llegó a la Argentina cinco años atrás. “Allá, con mi socio que vino hace un año y medio, teníamos un catering de hamburguesas pero duró muy poco. Por la situación del país fue cada vez más difícil mantenerlo, y cuando nació mi hija y no había pañales ni otros elementos que necesitaba, decidimos irnos. Ahora ofrecemos acá el mismo pro- ducto de alta calidad y con la misma receta que ofrecíamos allá”, detalló.
La idea del nombre de la hamburguesería surgió al ver que, en estos años instalado en el país, ocho de cada diez reuniones sociales a las que asistía terminaban en debates sobre política. “La grieta está en el día a día del argentino, está en la mesa, y creímos que podía funcionar”, contó Jonathan. Después de comer las ham- burguesas, además de calificar el servicio, los clientes aprovechan las redes sociales para dejar mensajes políticos. “Aguante Cristina”, “Vamos, Mauricio” y “No aflojes, María Eugenia” son algunas de las frases que se repiten.