“Es divertido, es como estar siempre de novios”
Luis Romerá (48) y Marcela López (43) viven en un edificio en Belgrano. El en el piso 10, y ella con sus dos hijos en el sexto. Uno de los departamentos, donde vive Marcela, lo compraron juntos; el otro, donde vive Luis, lo alquilan. Se van de vacaciones todos juntos y, cuando los chicos no están, Luis duerme con Marcela en la casa de ella o en la de él. “Es como estar siempre de novios”, definen acerca de la relación que tienen hace cinco años. “Implementamos este sistema al año de habernos mudado juntos. Los dos tenemos hijos de otros matrimonios, pero no en común. Nos conocimos y enseguida quisimos convivir, así que primero yo me mudé a su casa. Pero los chicos estaban en una edad difícil, tanto los míos como los de ella, y hacía difícil la convivencia diaria”, cuenta Luis. Luego de consultar con psicólogos, decidieron que lo mejor sería mudarse, para priorizar el vínculo de los chicos. Como no querían dejar de vivir juntos, una vez que vendieron la casa de Marcela, y compraron el departamento, encontraron la solución: cuando el portero les avisó que había otro en alquiler no lo dudaron. “Es divertido esto de subir y bajar; además hacemos cosas cotidianas juntos: las compras del supermercado, los pagos de las cuentas, por ahora nos funciona bien”.