Juegos y más juegos, para chicos y grandes
Ruibal Hnos SRL tiene fecha de fundación en 1971, e incluso había comenzado unos años antes, cuando los hermanos Raúl y Luis Ruibal fusionaron sus talleres de tornería y talabartería, para fabricar cubiletes de cuero trabajado a mano. El lanzamiento del segundo producto, una ruleta de chapa pintada, llevó a los hermanos a formalizar la sociedad y a empezar producir en serie.
Con el paso de los años, a medida que crecía el negocio, la firma fue adquiriendo licencias de fabricantes como Disney, Cartoon Network y Looney Tunes o representaciones de marcas como Meccano, Gi Gami, Horn Abbot y Abalone. Hoy es una firma con 70 empleados y fábrica en Villa Soldati, donde realiza todos los procesos productivos: diseño, desarrollo, producción y comercialización de los productos propios. Además exporta a Uruguay, Bolivia, Paraguay y Perú.
“Siempre crecimos en base al desarrollo de juegos propios y de licencias, como la de Mattel, una empresa estadounidense, que es líder en el mercado mundial. En 2012, con las restricciones para importar, le propusimos al management de la compañía empezar a producir algunos juegos aquí en Argentina. Tres años después empezamos a sustituir y en 2020 no fue la excepción, a pesar de la pandemia y la cuarentena”, afirma Carlos Ruibal, director de la empresa.
A lo largo de su historia, la firma ha producido y comercializado una vasta cantidad de juegos para niños y adultos, como Carrera de Mente, Scrabble, Memotest, Pictionary y Dr Eureka, entre otros.
“En 2016 comenzamos a fabricar localmente los juegos Pictionary y Scrabble en todas sus versiones, más los puzzles y memotest de Barbie y Hot Wheels. Luego lanzamos UNO y el año pasado DOS. En 2020, al renovar la licencia, nos autorizaron a producir líneas de Fisher Price, empezando con los apilables, encastrables, juegos de asociación y la línea preescolar”.
A fines del año pasado la empresa ultimaba detalles de una alianza con otra firma de Brasil, para intercambiar licencias. “Ellos van a fabricar algunas de nuestras líneas y nosotros empezaremos a fabricar las de ellos. Son juegos complementarios a los que ambos producimos. Creemos que en marzo ya van a estar en el mercado”.
Ruibal sostiene que en los dos últimos años, con la caída de ventas en el mercado interno, tuvieron en cuenta la necesidad de ser proactivos en la incorporación de nuevas matrices e incorporaron personal en el área de fabricación. Todo lo cual, asegura, financiaron con utilidades propias.
Ruibal mira con optimismo el futuro de la industria: “La pandemia y la cuarentena han demostrado que los juegos tienen vida más allá de las crisis circunstanciales. En 2020, año con las limitaciones que representaron el cierre de las jugueterías y el trabajo a media máquina de la empresa, nuestras ventas crecieron 20% respecto a la preandemia”.